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Entrega de las medallas de oro de Bellas Artes

Don Juan Carlos impuso a 10 personalidades y a una institución los máximos galardones artísticos nacionales

Después de la apertura de la sesión por Su Majestad el Rey -a quien acompañaba la reina Sofía-, el secretario del Consejo Asesor de la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, Juan Antonio Alvarez Estrada, dio lectura a los decretos de concesión. correspondientes a 1980. Tras la entrega de todas las distinciones, el musicólogo Samuel Rubio, en nombre de los premiados, pronunció unas palabras de gratitud en las que recordó su labor en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, siempre acogido al patronazgo de los Reyes de España.El ministro de Cultura pronunció a continuación un discurso, en el que se refirió a la sensibilidad y apoyo a las artes mostradas por los Reyes de España y a la aportación de los galardonados a la mejora y enriquecimiento del patrimonio artístico y cultural español. «Han llegado», dijo, «por sus propios merecimientos a las más altas cimas de la pintura, la escultura, la música, la cinematografía o el teatro».

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«Lo que más separa a España de otras naciones de su entorno cultural», añadió, «no es el número y calidad de sus primeras figuras de las artes, como lo acreditan, como simple muestra, los galardonados con estas medallas de oro, sino el limitado nivel de difusión y sensibilización de gran parte de la población por las manifestaciones culturales».

Iñigo Cavero se refirió por extenso a la obra de cada uno de los artistas recompensados con la medalla de oro, exponiendo lo que ellas representan para nuestro país: «Ustedes son, entre otros, la punta de lanza de las Bellas Artes españolas. Prestigian y elevan nuestrasociedad. Ustedes han contribuido, y espero seguirán contríbuyendo, a elevar el nivel cultural de la comunidad española. Ustedes han hecho más universal a nuestra nación y el Estado no hace sino reconocerlo así, honrarles y estimularles».

Por último, el ministro trató el tema de la intervención o no del Estado en la vida cultural. «Los errores abundan en la historia del mecenazgo», dijo, «pero el riesgo de error no invalida la necesidad de una función pública promotora de la actividad cultural». Señaló también el ministro que el desencanto cultural era una consecuencia de los años de falta de libertad y que ahora se están poniendo «las semillas culturales de la libertad». Don Juan Carlos levantó el acto «con mi enhorabuena y felicitación a los galardonados», dijo. Y por la tarde, los Reyes de España ofrecieron una recepción a unos trescientos artistas y personalidades del mun do de la cultura en sus distintas vertientes.

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