La pesca española afronta nuevos problemas en cuatro caladeros
El sector pesquero español ha sufrido, durante el pasado fin de semana y ayer lunes, rumores sobre problemas inmediatos en cuatro caladeros: Canadá, Portugal, Mauritania y Marruecos. Sin embargo, las autoridades pesqueras, y en algún caso los armadores, han salido al paso de las alarmas. A juzgar por sus declaraciones, sólo ensombrecen, de momento, el panorama las pocas posibilidades de llegar a un acuerdo con Mauritania.
Frente a los intentos dentro de la Organización de Pesquerías del Atlántico Norte (NAFO) para recortar la presencia española, armadores y subsecretario de pesca español han indicado que Canadá está aprovechando una reunión de trámite, solicitada por Portugal, para presionar a España y asegurarse el mantenimiento de los cupos de exportación de su pescado a España. No obstante, España recuerda que tiene firmado un acuerdo con Canadá por diez años, y por ello entiende que no tiene sentido firmar otro acuerdo por dos años y aceptar que se incluya como contrapartida las importaciones.En este sentido, un portavoz de la Cooperativa de Armadores de Vigo declaró ayer a Europa Press que la flota bacaladera y la congeladora dedicada a la captura de cefalópodos no se retirarán de aquel caladero. Añadió que España tiene de la NAFO un cupo para este año de 9.345 toneladas de bacalao y 2.250 de pota, cantidades de las que sólo se llevan pescadas un tercio, pues la campaña empezó hace un mes.
En cuanto a Portugal, la prórroga por tres meses más ha sido comunicada por las autoridades españolas a todos los medios afectados. Incluye los mismos términos del acuerdo anterior, que básicamente redujo el número de buques de arrastre en un 35 % respecto al pasado mes de febrero. El acuerdo, concretamente, otorgaba 279 licencias a los pesqueros lusos en España, a cambio de 294 en Portugal. Portavoces de la flota andaluza, la más afectada, declararon a Efe que esto «es un balón de oxígeno» dentro de los límites existentes.
Prórroga marroquí
Por otra parte, la inquietud con respecto al caladero marroquí surgió al declarar ayer fuentes oficiales de aquel país al programa Onda Pesquera, de la SER, que toda la flota española debería abandonar las aguas el 31 de julio próximo si el Parlamento español no ratifica el acuerdo del pasado día 1 de abril antes del 1 de agosto. Según Jesús Ferreiro, corresponsal de EL PAÍS en Onda Pesquera, la medida afectaría a 1.200 pesqueros, y el retrasó extraña en medios marroquíes, mucho más cuando el PSOE recordó hace quince días al Gobierno la necesidad de la ratificación.Inmediatamente, el subsecretario de Pesca, Miguel de Aldasoro, declaró a Carmelo Martín, corresponsal de EL PAÍS en Tenerife, que el Congreso de los Diputados celebrará un pleno extraordinario antes del 1 de agosto, por lo que no hay motivo de alarma. Pero incluso parece que no será necesario este pleno, pues el embajador marroquí en Madrid comunicó ayer tarde al ministro de Asuntos Exteriores que su Gobierno ofrece cuatro meses más.
Finalmente, la nota pesimista la dieron en un comunicado a Efe los representantes de las flotas que faenan en Mauritania, al denunciar las escasas posibilidades de acuerdo. El subsecretario confirmó a EL PAÍS estas impresiones, atribuyendo el fracaso hasta el momento a las altas contrapartidas económicas que pide el Gobierno de Nuakchot, que, tras la retirada de los pesqueros españoles, ha dictado medidas de nacionalización.
Al margen de estas noticias, Efe recordó ayer, en un despacho fechado en Argel, que el pesquero español Ermita de Covadonga, con base en Algeciras, lleva un mes detenido. Aunque sus nueve tripulantes fueron repatriados el 22 de junio, las pérdidas para el armador por el retraso del juicio ascienden a tres millones de pesetas.
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