La economía decidirá hoy el resultado de las elecciones legislativas en Irlanda

Los irlandeses acuden hoy a las urnas en unas elecciones generales cuyos resultados se decidirán en los supermercados, y según el apoyo personal que reciban el primer ministro, Charles Haughey, y el jefe de la oposición, Garret Fitzgerald. Sus partidos, el Fianna Fail y el Fine Gael, se diferencian más por sus raíces históricas que por sus programas políticos concretos.

El último sondeo de opinión publicado ayer por The Irish Times da una ligera ventaja al partido en el poder sobre la coalición del Fine Gael y los laboristas, aunque, dado el complicado sistema proporcional reinante, las predicciones son arriesgadas.Aquí cuentan sobremanera las fidelidades familiares y la fuerza de las personalidades de Haughey, que se presenta por vez primera a unas elecciones generales -sucedió a Jack Lynch hace dieciocho meses-, y Fitzgerald, que ha renovado el Fine Gael, liberalizándolo y logrando que al fin la oposición se presentara con una figura de gran talla política a su cabeza. Son dos estilos opuestos, uno, el político nato, y otro, el profesor y periodista llegado a la vida pública por convicciones personales. Si hay un empate, entre el partido gubernamental y la coalición, la clave la tendrán los independientes de Neil Blainey, que posiblemente apoyarán a Haughey.

La campaña ante el electorado más joven de Europa -más de la mitad de la población es menor de veinticinco años, y ya no emigra- ha estado dominada por el tema económico, una inflación del 21% y un paro del 11%, aunque éste haya disminuido ligeramente por primera vez en dieciocho meses.

El Gobierno dice haber creado en este último año más de 40.000 puestos de trabajo, pero la dura realidad es que había 85.000 parados a finales de 1979 y unos 125.000. ahora.

El mayor partido de la oposición, el Fine Gael, con una mezcla de thatcherismo y medidas sociales, puede resultar atractivo a grandes sectores de la población del Eire. Con él, el impuesto básico sobre la renta bajaría de un 35% a un 25%. Fine Gael también promete un programa de lucha contra la inflación y acabar en cuatro años con el endeudamiento del Gobierno y con el déficit exterior. Para financiar todo esto, Fitzgerald piensa reducir el gasto público -con una política salarial en este sector- y aumentar los impuestos indirectos, con lo que subiría, según él, un 3,5 % la inflación.

La historia, condicionante

Por su parte, el pequeño partido laborista quiere aumentar su influencia por medio de la señalada coalición e incluye en su programa impuestos sobre la riqueza y el capital, y la creación de puestos de trabajo, que financiaría con aranceles selectivos sobre las importaciones. Los laboristas se deberían sentir ideológicamente más próximos al Gobierno que al Fine Gael, pero aquí es la historia la que condiciona todo. Los laboristas no olvidan que en 1932 el Fianna Fail, de Eamon de Valera, los utilizó para alzarse al poder, hundiéndolos al final.Las diferencias entre los dos grandes partidos son más bien tácticas que estratégicas, y sus raíces son históricas. El Fine Gael (Pueblo de Irlanda) aceptó en 1922 la participación de Irlanda. mientras que los creadores del Fianna Fail (Soldados del Destino) la rechazaron, consiguiendo, salvo algunos períodos, que s umaron diez años en total, las riendas del Gobierno de la República.