Invento español para almacenamiento de energía solar, explotado comercialmente en el extranjero
La explotación comercial de un invento español que podría suponer un ahorro de hasta un 30% de la factura nacional de petróleo corre el riesgo inminente de pasar a manos de una multinacional francesa, por falta de apoyo económico, estatal o privado, al acumulador químico solar descubierto por el doctor ingeniero industrial Francisco Soriano.
Hace exactamente un año y tres meses que fue patentado el inventó de Francisco Soriano consistente en un sistema de acumulación de energía solar, denominado acumulador Abs, que permite captar la energía del sol a muy baja temperatura, almacenándola posteriormente durante todo el tiempo que se desee, y devolviéndola a temperatura mucho más elevada.Según el inventor español, la idea central que sustenta su sistema es la de utilizar el principio de las reacciones químicas en equilibrio. Desplazando este equilibrio químico mediante la aportación del calor obtenido del sol, se logra una mayor producción de uno de los compuestos resultantes de la reacción, que puede almacenarse. Cuando más tarde (por la noche, en días nublados, durante el invierno) sea necesario recuperar la energía así almacenada, basta con desplazar en sentido contrario la reacción química mediante un catalizador, liberándose energía bajo la forma de calor.
Esta idea de utilizar energía química para almacenar la energía solar no es nueva, pero lo realmente importante en el invento de Francisco Soriano es haber dado con una reacción química que necesita calor a baja temperatura para desplazar el equilibrio, por lo que se pueden utilizar colectores solares (paneles) muy baratos, ya que no es necesario que el agua esté a más de cuarenta grados, por ejemplo, y, en cambio, a la hora de devolver la energía así almacenada, por ser la reacción inversa muy exotérmica, se llega a temperaturas superiores a los cien grados. El sistema funciona, consecuentemente, con rendimientos térmicos tres veces más altos de lo habitual, y viene a ser como una bomba de calor que obtiene energía térmica de un cuerpo frío, cediéndola a un cuerpo caliente a través de una transformación química. En suma, el sistema de acumulación se carga a baja temperatura y, en cambio, se descarga, en el momento que se desee, a muy alta temperatura, con las ventajas de todo tipo que ello supone.
Explotación mundial
Según comunicó ayer a EL PAIS su inventor, el sistema Abs está a punto de ser adquirido por una multinacional en el campo de la energía y con sede en Francia, para su explotación en todo el mundo, excepto España y América Latina. « No hemos vendido la patente», declaró Francisco Soriano, «a pesar de haber recibido sustanciosas ofertas para ello por parte de importantes empresas extranjeras, porque queremos que el invento siga siendo español. El acuerdo que estamos a punto de concluir con los, franceses se refiere sólo a la explotación mundial del invento».Para Francisco Soriano, que trabaja como funcionario al servicio de la Administración del Estado, el apoyo recibido por parte de los organismos españoles oficiales ha sido decepcionante. «En cambio, los expertos franceses y japoneses con los que nos pusimos en contacto a la vista de las dificultades que iban surgiendo en los organismos oficiales de nuestro país, se entusiasmaron con la idea y, tras un detenido estudio de varios meses, llegaron a la conclusión de que se trataba de algo realmente importante en el campo del almacenamiento de la energía solar, que es el más problemático de este tipo de aprovechamientos energéticos. Los japoneses querían comprarnos la patente», afirmó el inventor español, «pero los franceses nos ofrecieron ocuparse ellos de su explotación industrial en todo el mundo, excepto los países que nosotros indicáramos, y con ellos vamos a cerrar el trato. Es lamentable que los beneficios que podría rendir un invento ciento por ciento español vayan a parar a manos extranjeras por la cerrazón de un grupo de burócratas y por la falta de vista de los empresarios españoles del sector».
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