La guerra civil en los textos escolares
Con alguna honrosa excepción (la de una editorial, por ejemplo, que ofertó ya el curso pasado unos textos de ciencias sociales adaptados plenamente al cambio político experimentado por España en los últimos años), los libros de texto vigentes ahora mismo siguen llamando héroes únicamente a los combatientes de uno de los dos bandos enfrentados en la guerra civil y reflejan, en general, una clara justificación de la filosofía golpista.El reinado de Alfonso XIII. La dictadura (texto de ciencias sociales para 8º de EGB, aprobado por el MEC el 18 de abril de 1977). « Pero toda dictadura ha de ser un régimen de transición, que no debe prolongarse más de lo imprescindible y cuando esto no sucede, el pueblo, que acogió en principio bien al dictador, se cansa y reclama la libertad y la vuelta a un sistema normal de gobierno, olvidando pronto los logros positivos alcanzados».
El Alzamiento Nacional y la guerra de Liberación. «El bando nacional estaba formado, en primer lugar, por el Ejército, que, como tal, no era político pero que no podía ver con buenos ojos el desorden y la anarquía en que España había caído. Parecía lógico que llevaran a cabo un "golpe militar" para dar fin a aquella situación y acabar así con todos los males del país».
«En segundo lugar estaba la Falange, que aunque era una escasa minoría, tenía un peso considerable por su juventud y su entusiasmo y pertenecía, en gran parte, a las clases medias».
«... Figuraban, en tercer lugar, los carlistas, conocidos también por "requetés", que estaban dispuestos a luchar por la religión y por la reforma del país».
«Por último, estaban las derechas, como las Juventudes de Acción Popular, Acción Española y Renovación Española, estas dos últimas de tipo monárquico».
«Y al lado de todos ellos, las masas populares que colaboraron con el Movimiento, prestándole apoyo económico o como voluntarios en los frentes de batalla».
Las primeras fases de la guerra. «Además, los republicanos disponían de la industria y de las huertas de Levante, lo cual les daba unas ventajas decisivas frente a sus enemigos, asentados en las zonas más pobres de España».
«Pero los nacionales estaban mucho mejor organizados, disponían de unos mandos más capaces y de una elevada moral».
La guerra civil (texto con aprobación ministerial de 6 de julio de 1978). «Los preparativos del Alzamiento. Ante esta terrible desorganización y falta de autoridad del Gobierno, muchos españoles, entre ellos algunos oficiales del Ejército, empezaron a pensar en la necesidad de restablecer el orden. Se iniciaron así contactos entre varios generales para tantear las posibilidades de éxito en caso de decidir un levantamiento nacional».
«... No hay que confundir este alzamiento que se estaba preparando con los pronunciamientos militares tan frecuentes en la España del siglo XIX; en aquel caso se trataba casi exclusivamente de conseguir el poder para cambiar el matiz político del Gobierno, mientras que en 1936 una gran masa de españoles se vincularon al alzamiento en defensa de sus convicciones y libertades, que el Gobierno izquierdista era incapaz de mantener».
«Resumen de la lección. En julio de 1936, ante el caos reinante en España, altos mandos del Ejército, con el apoyo de amplias masas de la población, inician el Alzamiento Nacional».
«... Al mismo tiempo que llevaban a cabo le guerra, los nacionales se ocupaban de organizar el Estado, para lo cual el general Franco es nombrado jefe del Estado y gerieralísimo de los Ejércitos».
«En la España republicana se emprendió una desorganizada revolución social, que originó graves conflictos entre los distintos grupos revolucionarios ».
«Al terminar la guerra, España estaba arruinada y se hacía preciso un inmenso esfuerzo para restaurarla».
El Alzamiento Nacional (texto presentado a aprobación ministerial en 1974). «Se ha calificado al Alzamiento de pronunciamiento militar de viejo estilo y no fue tal. El Alzamiento implicó a grandes masas marginales al Ejército. En la zona nacional prevaleció la concepción del mundo de la clase media española y fue ésta quien nutrió, fundamentalmente, las filas nacionales. Las creencias religiosas, la conciencia histórica y el deseo de una patria unida animaron las conciencias de los que apoyaron el Alzamiento».
«No es válido, por tanto, el esquema que reduce la guerra a una lucha entre dos Españas: la de los intelectuales y las reivindicaciones sociales y culturales y la España negra de las viejas oligarquías reaccionarias. El cuadro es mucho más complejo, ya que intelectuales comprometidos los hubo en ambas Españas y también. preocupación por los problemas sociales».
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