22 millones de pesetas paga la Caja de Ahorros de Valencia por un cuadro de Sorolla

La Caja de Ahorros de Valencia ha adquirido por veintidós millones de pesetas el cuadro Triste herencia, de Joaquín Sorolla, en la subasta de la galería Sotheby's de Nueva York. La adquisición se produjo el pasado jueves (véase EL PAÍS de ayer).

Para participar en la puja se trasladaron. personalmente a Nueva York el vicepresidente del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros, Sandalio Miquel, junto con el director letrado, José Azorín. Allí, la representación se amplió con el hijo del director de la institución, José Joaquín Viñals, estudiante de la Universidad de Harvard y conocedor experto de las subastas de arte.En la puja, los representantes de la institución participaron con unos límites de presupuesto que no debieron modificar, ya que la oferta final se ajustó a las previsiones. Concurrieron pujando dos por el mismo cuadro, para asegurar que éste no iría a parar a otras manos.

El cuadro tiene un doble motivo de interés para su adquisición. Por un lado, se trata de una muestra de indiscutible valor del patrimonio artístico valenciano, disperso fuera de la región por una desconcertante política artística. Al mismo tiempo, la escena que representa, las acciones caritativas de san Juan de Dios, supone una institución benéfica muy reconocida entre los valencianos. Por otro lado, el fondo pictórico de la playa de la Malvarrosa, donde Blasco Ibáñez inmortalizó sus novelas y Sorolla sus mejores pinturas, son un paisaje marítimo de primer orden para los valencianos.

Corresponden a la época social del pintor, querecogió en este, Momento de su trayectoria artística escenas de pescadores y niños de la playa. Triste herencia obtuvo la medalla de honor de la exposición nacional de Bellas Artes de 1901.

El cuadro será situado en uno de los edificios de la Caja de Ahorros, junto a la glorieta, que se está acondicionando para complejo cultural de la entidad, y espacio, donde se desarrollará el extenso programa de actividades culturales que promueve.

Tras la exposición internacional de París de 1901, Sorolla deposító el cuadro en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y se lo ofreció al Estado por la cantidad de 40.000 pesetas. Pero los liberales y conservadores no se pusieron de acuerdo y el pintor decidió finalmente vendérselo a un particular, Jesús Vidal, es pañol residente en Nueva York por el mismo precio.