Fracasa una nueva rebelión militar en Bolivia
Una nueva rebelión militar fracasó ayer en Bolivia, tras levantarse en armas contra el presidente, general Luis García Meza, al frente de las fuerzas del Centro de Instrucción de Tropas Especiales de Cochabamba, el teniente coronel Emilio Lanza. El alto militar habla encabezado el pasado 10 de mayo un movimiento similar cuando aún comandaba las citadas fuerzas.
El jefe de los rebeldes pidió la dimisión de la Junta Militar que gobierna el país y la destitución de los altos mandos militares, así como el nombramiento al frente del Estado del general. Hugo Bánzer o del general Alberto Natush, ambos ex presidentes. Según el portavoz oficial, Fernando Palacios, el levantamiento militar concluyó a las ocho horas de iniciarse, después de que tropas leales al Gobierno retomaran Cochabamba.Un comunicado oficial del Comando General del Ejército informó en la tarde de ayer que el general Edén Castillo, que actuaba como jefe de Estado Mayor del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, fue pasado a la reserva activa por antigüedad. Simultáneamente, el comunicado afirmaba que el teniente coronel Lanza había sido dado de baja en el Ejército por el «grave delito de deserción». Y añadía: «Sin perjuicio de ser perseguido, detenido, juzgado y sancionado, de acuerdo a las leyes militares en vigencia».
En un comunicado posterior se informaba que Lanza había solicitado garantías para lograr asilo diplomático fuera de Bolivia. Fuentes oficiales informaron a la agencia Efe que Lanza había dado un ultimátum al general García Meza hasta las ocho de la tarde (diez de la noche, hora de Madrid) para que renunciara. Pero el jefe de la Junta de Gobierno rechazó el emplazamiento y, a su vez, dio un plazo de tiempo al teniente coronel sublevado para que depusiera su actitud. El plazo finalizó a las 18.30 horas (20.30, hora de Madrid).
La situación en las principales ciudades del país fue durante todo el día de una tensa calma. Las comunicaciones internacionales fueron cortadas paulatinamente a partir de mediodía, y, concretamente, la agencia Efe quedó aislada a partir de las siete de la tarde (nueve de la noche, hora de Madrid). A las 23.30 horas, la agencia France Presse transmitía desde Santiago de Chile la supuesta rendición del teniente coronel sublevado, recogiendo la información de la emisora local Radio Portales. Al parecer, la noticia había sido facílitada telefónicamente por el jefe de Prensa de la Presidencia boliviana.
Los militares rebeldes justificaron su levantamiento en la falta de confianza popular hacia la Junta Militar, la crisis económica y la incapacidad gubernamental para solucionar los problemas del país.
Antes de ser silenciadas, a las seis de la tarde (hora de Madrid), las emisoras locales de Cochabamba, ocupadas por los sublevados, informaban de que los estudiantes habían hecho un llamarniento para luchar contra «los traficantes de droga» en el poder y defender la «dignidad nacional». Asimismo, las emisoras aseguraban que el levantamiento contaba con apoyo de sectores civiles de la ciudad, situada al suroeste de La Paz. Los rebeldes pidieron a los ciudadanos que ocuparan el aeropuerto local para impedir que el Gobierno enviara fuerzas a esta localidad.
Los mismos protagonistas
El líder de las fuerzas militares sublevadas, coronel Emilio Lanza, encabezó, el pasado día 10, otro movimiento que tenía como fin derrocar al general Luis García Meza. Al igual que ahora, se pronunció con las fuerzas del Centro de Instrucción,de Tropas Especiales de Cochabamba, del que era comandante. Pero su acción fracasó al no contar con el apoyo de otras unidades militares.
Lanza se entregó a la justicia militar y fue destituido de su cargo. Tras permanecer cinco días en las dependencias castrenses, logró fugarse y no se volvió a saber más de él hasta este momento, en que vuelve a protagonizar otra intentona. Los rumores que circulaban en La Paz hablaban de que estaba organizando otro nuevo compló junto a partidarios de los generales y ex presidentes Bánzer y Natusch Busch.
Mientras tanto, el ex presidente Bánzer, a quien se implica en la intentona de Cochabamba, se encontraba ayer en Asunción capital de Paraguay -país vecino de Bolivia- y anunció su intención de regresar a Buenos Aires, donde reside desde que abandonara su país semanas atrás.
El ex presidente boliviano no ha mantenido contactos con ningún miembro del Gobierno paraguayo porque «su visita es totalmente privada», según manifestó su secretario particular a la agencia Efe. En una conferencia de Prensa, Bánzer afirmó que las consecuencias del aislamiento a que se ve sometido el Gobierno que encabeza el general Luis García Meza «se proyecta al pueblo boliviano, que es el que sufre las consecuencias, porque ese aislamiento frena su desarrollo».
Tradición golpista
Hugo Bánzer presidió Bolivia entre 1971 y 1978, tiempo que supone todo un récord de permanencia en el poder, ya que Bolivia es un país con fuerte tradición golpista, y que ha padecido una media de más de un levantamiento militar triunfante por año en sus 155 años de existencia como país independiente.
En el polo opuesto está el otro implicado por los rebeldes en la intentona: el general Natusch Busch, cuyo paso por la Presidencia fue efímero y apenas duró veinte días en el poder.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.