Iberduero y Petronor, primeros pasos del PNV para controlar las principales empresas vascas
Los relevos en las presidencias de Iberduero y Petronor, la lucha recientemente resucitada por la presidencia de la Confederación Empresarial Vizcaína, la ascensión de ELA-STV dentro del ámbito sindical vasco y la posible presentación de un recurso sobre la anticonstitucionalidad del decreto sobre el control de las cajas de ahorro, son las muestras más recientes de la estrategia planteada por el Partido Nacionalista Vasco para tratar de acceder al dominio de las áreas económicas y sociales de Euskadi.
Manuel Gómez de Pablos, en la presidencia de Iberduero, y Antón de Madariaga, como consejero-director general de Petronor, teniendo al cargo todas las tareas ejecutivas de la empresa, son hombres que medios financieros vascos han calificado de candidatos del Partido Nacionalista Vasco. En ambas ocasiones sus nombramientos se vieron acompañados de fuertes polémicas, e incluso se produjeron rectificaciones sobre candidatos que al estar propuestos por los accionistas mayoritarios se daban como seguros. Este era el caso de Roberto Centeno, actual con sejero-delegado de Campsa, y aquien la propia compañía, junto con Pemex, los socios mas importantes, propusieron para la presidencia de Petronor. Un campaña desatada en su contra obligó a modificar los planteamientos iniciales, y tras el desfile de toda una galería de candidatos fue elegido José Miguel de la Rica, anterior presidente del INI, a quien se ha privado en sus funciones de presidente de prácticamente todas sus funciones ejecutivas.
Antón de Madariaga, vencedor en Petronor
El claro vencedor de las luchas internas en la refinería vasca fue Antón de Madariaga, presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao y hombre del PNV, quien unió a su anterior condición de director de Petronor, la de consejero, pasando a detentar las máximas responsabilidades desde el punto de vista operativo en la empresa.La negativa por parte de las cajas de ahorro vizcaínas, que participan en algo más del 10% del capital de Petronor, y cuyos consejos tienen en cuenta las, recomendaciones peneuvistas, según afirmaron a EL PAIS me dios del sector, el escaso interés por provocar problemas que manifestaron los bancos accionistas, Bilbao y Vizcaya, y el mucho interés porque los problemas internos del consejo no se trasladen a los procesos productivos de la empresa que expusieron los socios mexicanos, son alguna de las claves para entender la solu ción de compromiso adoptada.
El caso de Iberduero
En la compañía eléctrica vasca se entremezclaron los problemas puramente políticos, con la situación casi límite a la que había llegado la empresa, cuando tras el asesinato del ingeniero José María Ryan, los casi cien técnicos que trabajan en la central nuclear de Lemóniz se negaron a acudir a sus puestos de trabajo ante las amenazas de ETA m, situación que se mantiene en la actualidad prologándose por más de tres meses, y estando las obras paralizadas.Medios de los trabajadores señalaron en su día que las negociaciones con los secuestradores, que habían llevado, al parecer, personalmente el anterior presidente Pedro de Areitio, se habían desarrollado de manera poco afortunada, y sobre Areitio se quisieron descargar unas responsabilidades que no le correspondían en exclusiva. En esta situación apareció la figura de Manuel Gómez de Pablos, director de la compañía, como posible salvador de la situación, ya que parecía contar con el apoyo de los técnicos.
En este caso, la batalla para llegar a la presidencia fue más intensa que en Petronor, pues cualquier solución pasaba por la participación del PNV en la «cuestión Lemóniz», ya que en círculos de la Administración se estima que es necesario involucrarle en el problema de la central nuclear para que las obras puedan ser concluidas.
Consulta popular sobre la central nuclear de Lemóniz
Aunque el Partido Nacionalista Vasco mantiene como postura formal la necesidad de convocar una consulta popular sobre el tema de Lemóniz, diversos medios manifestaron a este diario, que podría tratarse de una postura de fuerza para conseguir contrapartidas a cambio de su posicionamiento en un tema tan espinoso. Las manifestaciones de algunos dirigentes del partido, reconociendo la necesidad de la central para tener garantizada la cobertura de las necesidades energéticas del País Vasco, y la publicación de un estudio por parte de la Consejería de Industria del Gobíerno de Vitoria, en la que, de alguna manera, se pone de manifiesto la tremenda dependencia de Euskadi en materia energética, podrían avalar esta tesis.Los dos bancos vascos, cuyos presidentes tradicionalm ente se han venido turnando al frente de Iberduero, tampoco manifestaron deseos de buscar más complicaciones a las ya existentes con una guerra abierta dentro de la empresa, y optaron por aceptarla opción profesional que suponía Gómez de Pablos.
Hombres más o menos próximos al PNV se encuentran al frente de las organizaciones patronales de Guipúzcoa y Alava. Sólo la Confederación Empresarial de Vizcaya escapa a su control. Luis Olarra resultó elegido presidente de la cúpula patronal vizcaína, 5orprendentem ente para algunos, a pesar de contar con una fuerte oposición por parte de los empresarios del metal, donde triunfan las corrientes peneuvistas.
Batalla en la Confederación de Empresarios
Ha sido precisamente el candidato de esta Federación, José Antonio Arcelay, hombre próximo al PNV, quien convocó, el pasado miércoles, una asamblea de la federación del metal, con el propósito aparente de recortar las atribuciones de Olarra al frente de la Confederación Empresarial. Pero sus intentos resultaron vanos porque Luis Olarra convocó para el lunes inmediatamente anterior una reunión de ta Confederación, de donde consiguió que saliera aprobado por 2.262 votos a favor, dos negativos, seis abstenciones y siete ausencias, una propuesta para que el acceso a la Confederacion no hubiese de realizarse necesariamente a través de ninguna de las federaciones que la integran.Ante este hecho, nuestro corresponsal, Javier Angulo informa que se están observando intentos por parte de miembros del sector derrotado de constituir una confederación paralela, que, al igual que la patronal guipuzcoana Adegui, no se encuadraría dentro de la CEOE, y cuyo propósito último sería la formación de una gran patronal vasca con las de Guipúzcoa y Alava.
La escalada de ELA-STV con planteamientos moderados
Casos como el de Nervacero, donde el sindicalismo combativo de CC OO ha terminado con un importante traspiés electoral, con un significativo aumento en la presencia en el comité de los independientes y de los sindicatos nacionalistas, no son aislados.La conciencia de que estamos ante una situación límite parece estar reconduciendo las preferencias de los trabajadores hacia unos tipos de sindicalismo dialogante. Aquí es precisamente donde cobra una fuerza especial la presencia de ELA-STV, formación sindical del PNV que acostumbra a mantener unos planteamientos moderados.
Las cámaras de comercio es otro de los campos que ya dominaban los nacionalistas vascos a través de su presencia en las diputaciones provinciales.
Surge, por último, el posible recurso que cuestiona la constitucionalidad del control de las cajas de ahorros. La intención es evidentemente el acceso al control de unas instituciones financieras de la importancia y potencial de las cajas de ahorro vascas, cuyo volumen global de recursos representa una parte muy significativa del total nacional. Las particulares características de las cajas, su ausencia de propietarios, sus fines estatutarios de carácter social, hacen que su control ofrezca unas posibilidades económicas prácticamente insospechadas.
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