México y Venezuela, contrapeso de EE UU en Centroamérica

México y Venezuela están dispuestos a mediar en el conflicto salvadoreño, siempre que se lo pidan expresamente los dos contendientes, han manifestado en la capital mexicana los presidentes de los dos países, José López Portillo y Luis Herrera Campins, respectivamente. Durante la visita oficial del primer mandatario venezolano se han sentado las bases de lo que en un futuro próximo puede ser el eje petrolero México-Caracas, que, abiertamente, quiere erigirse en un contrapeso al intervencionismo norteamericano en el área.

Las dos naciones han mantenido hasta ahora posiciones contrapuestas en el tema de El Salvador. Venezuela ha apoyado abiertamente a la Junta que preside José Napoleón Duarte, y se ha alineado junto a Estados Unidos, en tanto que México mantenía una estricta neutralidad, no exenta de simpatías hacia el Frente Democrático Revolucionario.

López Portillo parece haber logrado que el presidente venezolano se sume a los países que tratan de forzar una-solución negociada a la guerra civil. Aunque Herrera Campins mantiene su apoyo a la Junta, ha reconocido que el presidente Duarte no puede resolver en solitario el conflicto armado. Ambas naciones, que por su potencial petrolero ejercen un incuestionable liderazgo en la zona, declaran que sólo los salvadoreños, sin injerencias externas, tienen derecho a solucionar sus problemas internos.

Por primera vez, Herrera Campins se ha mostrado crítico ante Estados Unidos, y ha expresado su esperanza de que actúe con sensatez y no incurra en «otra de las malhadadas intervenciones que históricamente han sufrido los países de Centroamérica y el Caribe».

Ambos mandatarios se han mostrado contrarios a la política de negociación bilateral que Estados Unidos quiere llevar a cabo.