La carta de los obispos
La carta que los obispos vascos han presentado a sus fieles no es verdaderamente una carta pastoral, sino más bien representa una toma de postura sobre los difíciles problemas que tiene planteados el país.Mientras la Iglesia no sea capaz de entender que los problemas civiles y políticos nada tienen que ver con la jerarquía eclesiástica, de nada servirá que digan lo que digan, con el talento liberal o reaccionario que sea. La Iglesia tiene que dedicarse a trabajar por la salvación de las almas de sus fieles, pero nunca a entrar en el juego político, sea cual fuere su posición.
Vamos a entender de una vez que, por más cosas interesantes que diga la Iglesia, si se meten en actividades que nada tienen que ver con su misión, la Iglesia estará prestando un mal servicio a su propia condición./
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