Italia: reflexión sobre la violencia política

El atentado contra el presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha suscitado entre los dirigentes políticos italianos una reflexión sobre la violencia política, que ha quedado de manifiesto en los telegramas enviados a Estados Unidos, así como en el mensaje personal de Juan Pablo II.

Roma vivió la noticia del atentado con especial emoción y preocupación, porque en un primer momento se advirtió el temor de que pudiera tratarse de un compló, relacionado con la atención en Polonia, que es seguida en Italia con especial atención por la presencia del papa Wojtyla.

Todos los ambientes políticos, gubernamentales y militares se mantuvieron alerta hasta primeras horas de la madrugada. La tensión se alivió cuando la Presidencia del Gobierno y el Ministerio de Asuntos Exteriores tuvieron la confirmación de que no habían sido alertadas las fuerzas de la OTAN estacionadas en Italia.

En este país, duramente afectado por la violencia, el atentado contra el presidente americano fue condenado inmediatamente por todas las fuerzas políticas. Quien, quizá, resumió mejor el sentimiento de todos los demócratas italianos fue la presidenta de la Cámara de los Diputados, la comunista Nilde Jotti, que en su telegrama afirma que el atentado de Washington «debe hacer reflexionar a todos nosotros sobre la actual violencia política existente en el mundo».

El papa Juan Pablo II, que no quiso acostarse hasta conocer el resultado de la operación del presidente americano, envió a Reagan un mensaje personal, en vez de hacerlo a través del secretario de Estado, como es habitual. Se trata de un telegrama que no tiene carácter protocolario y en el que condena «el acto insensato y violento» cometido «contra su persona y la de sus ayudantes».