Deficiencias en el servicio de vigilancia
El hecho de que ocurriera un atentado contra el presidente de EE UU no parece asombrar tanto como las deficiencias que se revelan en el sistema utilizado por su servicio secreto.
El servicio encargado de la seguridad del presidente tiene un presupuesto anual de 175 millones de dólares y 3.600 empleados, de los cuales 1.550 son agentes muy entrenados y capacitados.
Cuando el presidente va a cualquier parte, en particular si es a un acto público anunciado por los medios de difusión, los agentes del servicio comienzan desde días antes a estudiar y vigilar el trayecto que va a recorrer.
Para varias personas que se encontraban en los alrededores del Hilton, el comportamiento de Hinckley resultó extraño y amenazador, por lo que debería haber sido detectado por los «expertos en seguridad».
Según los periodistas que esperaban la salida del presidente Reagan, el joven Hinckley actuó con evidente hostilidad, al abrirse paso a empujones y patadas, para colocarse en primera fila.
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