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Entrevista:

"El daño que han hecho a 'El crimen de Cuenca' es que será vista como película secuestrada"

Pilar Miró habla del año y medio de secuestro de su filme

Pregunta. ¿Cuándo supo que estaba por fin libre del todo?Respuesta. Ayer, lunes, por la mañana.

P. ¿Lo esperaba?

R. Ha sido muy curioso, porque ha habido ocasiones en que lo esperaba, después de todo el desmadre que ha supuesto este año y medio. Pero si había un momento en que no lo esperaba era ahora, es decir, que como cada acontecimiento político del país ha incidido siniestramente en la película, y como las imágenes que se vieron en televisión el día del frustrado golpe de Estado eran como un trailer de El crimen de Cuenca, yo pensaba que la habían condenado por un tiempo indefinido.

P. ¿Y qué ha hecho al saberlo? ¿Lo ha celebrado?

R. Pues la verdad es que voy a esperar para celebrarlo todavía algunos días, porque me ha pillado un tanto desprevenida.

P. Pero aunque no lo haya celebrado todavía habrá tenido una primera reacción instantánea, inevitable. ¿Cuál ha sido?

R. La primera reacción ha sido pensar que, en definitiva, las cosas han vuelto al cauce del que no tenían que haber salido. Esto es quizá ser positivista en un momento en que yo creo que nos hace falta. Esta postura positiva la había perdido algunas veces, concretamente cada vez que iba al juzgado militar; me deprimía mucho esa indefensión que tenía y esa absoluta imposibilidad de saber qué iba a pasar, cuando yo estaba tan segura de que era una situación tan injusta.

P. ¿Ha dormido hoy?

R. Sí. Es más fácil asimilar esto que el proceso.

P. Y desde que lo supo, ¿qué ha hecho? ¿Lo mismo que todos los días?

R. Pues prácticamente sí; no le he dedicado demasiado tiempo al Crimen de Cuenca. He hablado con el productor por teléfono, pero no nos hemos podido ver todavía.

El futuro

P. ¿En qué sentido cree que la resolución de su caso va a influir en su futuro?

R. Yo creo que me puede influir más a nivel humano que a nivel profesional. Es un reafirmarme en el sentido de que en esta vida todo consiste en sentarte a la puerta de tu casa a esperar a que pase el cadáver de tu enemigo. Y siempre termina por pasar.

P. En algún momento, durante estos diecisiete meses ¿se ha imaginado encarcelada?

R. Sí, desde luego; sobre todo al principio. Una vez que se puso en marcha el auto de procesamiento y que parecía que no me quitaba nadie un consejo de guerra.

P. ¿Y qué sentía ante la idea de verse en la cárcel?

R. Me sentía muy mal. Me sentía viviendo una experiencia que no me correspondía. Incluso me había planeado hacer cosas de esas que nunca tengo tiempo de hacer, como, por ejemplo, estudiar inglés.

P. En la cárcel, evidentemente, no ha llegado a estar, pero ¿de algún modo ha tenido sensación de falta de libertad?

R. Desde luego no me sentía con la libertad que uno necesita sentirse, aunque la situación mejoró bastante al pasar de la jurisdicción militar a la ordinaria. Hasta que, en diciembre último, no se produjo este cambio, el hecho de tener que presentarme periódicamente y el de no poderme mover sin, autorización era terrible, qué duda cabe. Al fin y al cabo, estaba en libertad Provisional.

La soledad

P. ¿Se ha sentido sola durante este tiempo?

R. Yo creo que en las cosas graves que uno puede vivir, en el fondo se llega a sentir una gran soledad, que no es imputable a nadie; yo creo que la vida es así. Son experiencias difícilmente trasladables. Se pueden compartir, y de hecho se comparten en algunos momentos, pero al fin es uno mismo quien tiene que vivirlas. Lo que no olvidaré nunca es la ayuda y el apoyo de la Prensa. En cuanto a la gente de mi profesión hubo más movimiento al principio, pero me parece que nadie ha llegado a plantearse que lo que me ocurría a mí le podía ocurrir a cualquiera de ellos.

P. ¿Piensa que el hecho de ser mujer ha influido de alguna manera en el desarrollo del proceso?

R. Yo creo que no.

P. Y su militancia política en el PSOE ¿ha influido? .

R. Eso puede ser que sí. Yo no sé si esta película, hecha por un director de una ideología opuesta a la mía, se hubiera considerado de la misma forma. Posiblemente, no.

Amenazas anónimas por teléfono

P. ¿Ha recibido amenazas?

R. He llegado a tener amenazas anónimas, por teléfono. No eran amenazas concretas, y a mí me impresionaba más el tono de la voz que lo que pudieran decir.

P. ¿Y ha hecho algo por protegerse?

R. No. Ni me he protegido ni he hablado hasta este momento de ello.

P. Y en la noche del 23 de febrero, cuando el golpe de Estado, ¿qué sintió?

R. Lo pasé francamente mal. Sobre todo cuando empezaron a llamarme amigos, más preocupados por mí que yo misma. A mí me preocupaba más la situación del país que la mía personal.

P. ¿Teme que ocurra algo malo cuando se estrene la película?

R. Lo temo, y será una consecuencia del proceso, no de la película. Pero espero que la gente sepa ver que de lo que realmente se trata es de una película real, de un documento histórico.

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