Primer montaje del Centro Dramático de la Generalidad
La primera representación organizada por el Centre Dramatic de la Generalitat de Catalunya (Centro Dramático de la Generalidad de Cataluña) tuvo efecto el pasado miércoles en el teatro Romea, de Barcelona. La obra inaugural de este centro dramático es Nit de Sant Joan (Noche de San Juan), una simple revista carente de todo contenido, obra del colectivo Dagoll Dagom.
El espectáculo está previsto que permanezca en el cartel, en sesiones de noche, durante dos meses. En sesiones de tarde se representará Merce dels uns, merce dels altres (Mercedes de unos, mercedes de los otros), obra del pintor Joan Vilacasas.
La Generalidad de Cataluña alquiló por un año el teatro Romea, donde se representan ambas obras. El importe del arrendamiento es de 31 millones de pesetas. La única función de la primera institución catalana será la propia de un empresario: ceder el local a los espectáculos que prefiera.
Curiosamente, tanto una obra como la otra tienen como denominador común su falta de altura, impropia de una actividad teatral pública, cuya finalidad cultural debería primar. Nit de Sant Joan no es nada en cuanto a contenido. Se trata de una serie de secuencias, con diálogos mal escritos (largos y mezcla de trivialidad e intelectualismo).
La obra pretende vivir del justificado éxito que en su día tuvo el último montaje del colectivo Antaviana, de Pere Calders. Pero esta mala copia carece de la base intelectual que a Antaviana le daba Calders. El resultado es pobre.
Pobre resultado
Otra grave salvedad con relación a Antaviana es la presencia, ahora como cantante, de Rocki Muntanyola en un papel que -también aquí hay autocopia- en Antaviana correspondía a Jaume Sisa, muy superior a Muntanyola.En el aspecto formal cuesta creer que el espectáculo haya costado ocho millones de pesetas. Por su género es perfectamente comparable a una revista frívola de Colsada, pero, en cambio, la escenografía, el vestuario y la capacidad de los actores y actrices a la hora de obrar como un conjunto de revistas es mucho menor.
Merce dels uns, merce dels altres no es ninguna novedad, sino exactamente todo lo contrario. Se trata de un montaje muy simple
-un monólogo- de carácter sensiblero. Lo protagoniza un personaje femenino titular del grado de estulticia y sensiblería que todo machista presupone en las representantes del sexo contrario. Durante meses ha recorrido con éxito las zonas rurales menos culturalizadas de Cataluña. En infinidad de pueblos ha sido representado en las fiestas mayores. Los mecanismos psicológicos y subculturales que explican el éxito de esta obra son los mismos que permiten comprender la buena acogida de los folletines radiofónicos.
El estreno del CDGC -organismo que todavía no ha sido definido- reunió a toda la clase política catalana, encabezada por el presidente Jordi Pujol. Pero ni los sectores más conservadores -y, desde luego, tampoco la crítica- pudieron defender una iniciativa que, de perseverar en este camino, constituirá una frustración más a poner en la cuenta de los errores de la Generalidad.
Babelia
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