Preocupación argelina por la venta de tanques norteamericanos a Rabat
Las relaciones norteamericano-argelinas podrían volver a adquirir un cariz dramático tras el anuncio hecho esta semana por el Departamento de Estado en Washington de autorizar la venta de un centenar de carros de combate, del modelo M-60, a Marruecos, por un valor superior a los cien millones de dólares (unos 8.700 millones de pesetas).Los medios oficiales argelinos no han reaccionado todavía a ese anuncio, habida cuenta de que consideran prematuro hacerlo mientras el Congreso norteamericano, que ha sido informado de la decisión de la Administración Reagan, no tome posición sobre esa venta de armas a Rabat. El Congreso dispone de un plazo de treinta días para pronunciarse sobre la entrega o no de los carros blindados.
Es cierto, se admite en Argel, que la venta de ese armamento no alterará sustancialmente la balanza militar entre Argel y Rabat, favorable a la primera, en opinión de los expertos. El modelo de carro que recibiría Marruecos es inferior técnicamente, según parece, al tanque soviético T-72 de que disponen los argelinos. Un batallón de 31 carros de ese tipo fue mostrado por primera vez durante el desfile militar efectuado en conmemoración del 25º aniversario de la guerra de liberación argelina, en noviembre de 1979.
Lo que preocupa en Argel es el convencimiento de que Marruecos empleará los M-60 contra el Frente Polisario, atizando así los rescoldos de la guerra del Sahara occidental y complicando la posibilidad de una negociación política. Los medios argelinos consideran, por tanto, que la determinación del presidente norteamericano, Ronald Reagan, es susceptible de propiciar una tensión innecesaria en las relaciones norteamericano-argelinas, contraproducente para las dos partes.
El Frente Polisario ha expresado ya su «preocupación» por el anuncio hecho en Washington, considerando inamistosa y negativa la decisión norteamericana. Ayer, el movimiento saharaui no había reaccionado todavía ante las informaciones procedentes de Rabat en las que, citando al general Ahmed Dlimi, se afirmaba que la muralla destinada a proteger el llamado «triángulo útil» del Sahara occidental había sido terminada.
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