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Velado enfrentamiento entre Marcos y el Papa

Juan Arias

ENVIADO ESPECIALLos presos políticos de tres cárceles de Manila iniciaron una huelga de hambre y sed, coincidente con la llegada del Papa a Filipinas, y para pedir a Juan Pablo II que interceda ante las autoridades filipinas por su liberación. La huelga comenzó el martes por la mañana y sus pormenores son desconocidos, dado el silencio oficial sobre el tema. Por otra parte continúa el enfrentamiento velado entre el presidente Marcos y el Papa por las críticas dirigidas al régimen de Manila por Carol Wojtyla durante su visita al palacio presidencial.

La respuesta a estas críticas fue la publicación en el diario más importante del país, Buffletin of the Day del contenido de una conversación confidencial entre Juan Pablo II y Ferdinand Marcos, en la cual el Papa habría confirmado al presidente Ferdinand Marcos «que estaba muy preocupado por los católicos marxistas y progresistas dentro de la Iglesia filipina. El diario dio gran relieve a la revelación de esta confidencia, hecho que se interpreta como una cierta revancha a las sugerencias críticas del Papa. La información llevaba el título «La Iglesia marxista preocupa a Juan Pablo II».

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Sorpresa

Pero por la tarde al presidente Marcos le esperaba otra sorpresa. Durante la misa concelebrada por el Papa con todos los obispos del país para la beatificación del primer mártir filipino, Lorenzo Ruiz, y de otros quince más, entre ellos cuatro dominicos españoles, fue leída una significativa página de la Biblia, como primera lectura de la liturgia de la palabra: las torturas sufridas por los cinco hijos de los Macabeos, entre ellas la flagelación y el corte de la lengua.La historia de los siete hermanos Macabeos habla de la liberación del pueblo de Israel y de la fidelidad a sus principios. Esta lectura, si no fue escogida por el Papá, por lo menos no pudo dejar de ser aprobada. Fue leída ante un millón de personas en un país en el que desde la Iglesia hasta las más importantes instituciones internacionales han condenado durante todos estos años de ley marcial toda serie de torturas en las cárceles, en las que un millar de presos políticos ha emprendido una huelga de hambre para protestar por los malos tratos y para pedir al Papa que interceda por su liberación.

Aunque nadie podía protestar por esta lectura, ya que se trataba de una liturgia de «mártires», lo cierto es que la coincidencia ha sido muy subrayada por haberse dado en este contexto. La leyó el presidente del Consejo de Seglares.

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