El gobernador civil intervino para evitar la falta del suministro de Gas Madrid

El comité de huelga de Gas Madrid y la dirección de la empresa reanudaron ayer las conversaciones, en un intento de buscar una salida al conflicto, que entra hoy ya en su quinto día. La reunión sirvió para que las posturas de ambas partes se acercaran lo suficiente como para prever una normalización de la situación a partir de una nueva reunión que ha sido convocada para las cuatro de esta tarde. Por otra parte, según se supo ayer, el gobernador civil de Madrid, Mariano Nicolás, intervino personalmente, en un intento por evitar que la huelga llegara a dejar sin suministro de gas a la ciudad, cosa que no llegó a suceder por razones técnicas.La reapertura de negociaciones coincidió con una reducción de la producción de gas, que motivó incluso la intervención del gobernador civil, Mariano Nicolás, para evitar que se produjera una falta de suministro, y que se alcanzaran los límites mínimos de seguridad en la presión del combustible.

Esta reducción en la producción fue notada en algunas zonas extremas de la capital, aunque en ningún momento, dejaron a los usuarios sin la suficiente presión.

Posible desconvocatoria del paro

La necesidad de negociar, como única vía para terminar la huelga, fue adoptada por la asamblea de trabajadores que se celebró en la mañana de ayer.La dirección se mostró conforme con esta postura, por lo que se fijó una reunión para primeras horas de la tarde. A esa hora comenzaron a llegar numerosos trabajadores que se concentraron a las puertas de la empresa, con el fin de apoyar a los miembros del comité.

En el caso de que hoy, tal como se espera, se alcanzara un acuerdo pleno entre la empresa y sus trabajadores, la huelga de Gas Madrid podría quedar desconvocada inmediatamente.

El hecho de que la huelga no haya sido notada por los 350.000 usuarios que tienen gas ciudad en sus casas ha sido uno de los puntos decisivos para convencer a los miembros del comité de que la negociación era la única vía para terminar con el conflicto. Los impedimentos técnicos y la presión ejercida sobre los trabajadores, a los que continuamente se les ha recordado su responsabilidad en casos de accidentes, hicieron que, a pesar de los avisos, muy pocas zonas notaran durante estos cuatro días los efectos de la huelga.

Sólo en la zona norte los usuarios registraron, desde el martes, una ligera bajada de presión durante las últimas horas de la tarde. Esta disminución de la presión desaparecía al día siguiente, ya que, el obligado mantenimiento de la producción durante la noche, permitía cargar de nuevo los tanques de almacenamiento del gas.