_
_
_
_

Primera muestra de arte japonés en el Museo del Prado

El arte Namban, confluencia estética entre Oriente y Occidente

Se inauguró ayer en el Museo del Prado la Primera Muestra de Arte Japonés, organizada por el Ministerio de Cultura a través de la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas en colaboración con la Fundación Japón. La exposición -que estará abierta hasta el próximo 15 de marzo- intenta ofrecer una amplia muestra de la influencia española y portuguesa en el arte japonés a partir del siglo XV a través de una selección del arte Namban.

El término Namban se refiere, en la historia del arte japonés, a aquellas creaciones artísticas que surgieron de los contactos primitivos entre los japoneses y europeos, especialmente portugueses y españoles que visitaron Japón durante la denominada «época cristiana» (1543-1640). Los principales objetivos de estos primeros visitantes europeos eran el comercio y la propagación del cristianismo. Las obras Namban que ahora se exponen fueron llevadas a cabo o están directamente relacionadas con los primeros colegios y seminarios de los jesuitas.

Una exposición itinerante

La Muestra contiene una serie de valiosísimas piezas, biombos en particular, procedentes de museos y colecciones privadas de Japón. La exposición ha recorrido, con anterioridad, distintos países europeos y presenta en Madrid dos biombos cedidos exclusivamente al Gobierno español para esta ocasión. La Muestra está considerada como una de las más completas que ha ofrecido hasta ahora el Fondo de Cultura para el Japón.La Muestra se compone fundamentalmente por las dos colecciones del Museo Cívico de Kobe y del Namban Bunkakan de Osaka, museos que, a su vez, recogen las colecciones íntegras de Hajime lkenaga y de Yoshio Kitamura. Estos dos coleccionistas, según explica Tadashi Sugase -conservador del Museo de Nambin de Kobe- despreciaron los rutinarios caminos del coleccionismo (recoger piezas famosas de reconocido valor erudito o comercial) e invirtieron todo su dinero en la búsqueda y conservación de obras de Namban, arte considerado entonces como «torpe».

La colección de lkenaga consta de unas 4.500 piezas, y la de Osaka, de una importante serie de metalistería japonesa producida a finales del siglo XVI y principios del XVII, con la finalidad de ser exportada a Europa.

Un acercamiento mutuo

La actual Muestra itinerante combina las dos colecciones y, en opinión de los expertos japoneses que la montaron, constituye una colección completa de arte Namban, en especial de los biombos pintados por los mejores artistas del siglo XVII y jamás reunida hasta ahora.Mapas, vestimenta, naipes, retratos, obras de artesanía, cerámicas, bandejas, tableros, cajas y cofres -lacados en su mayoría- y objetos de culto cristiano, como crucifijos e incensarios, componen, junto con los biombos, un variado muestrario de piezas en las que se refleja la atracción que para los japoneses supuso el desconocido mundo de los europeos y su intento de aproximarse a la cultura occidental. Las pinturas de los biombos describen a los europeos con rasgos de humor que se evidencia especialmente en el vestuario representado por las imágenes.

La mayoría de las obras Namban -explica el especialista Susumu Suzuki- fueron destruidas o desaparecieron cuando el cristianismo fue prohibido en Japón. Las obras que quedan y que recoge la exposición son las escasas y raras piezas que consiguieron sobrevivir a una represión feroz.

El propósito de los organizadores de la Muestra es contribuir precisamente a una comprensión de la cultura japonesa y a un entendimiento mutuo entre Japón y Europa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_