Silencio de Iberduero sobre las condiciones de ETA Militar para liberar a Ryan

Veinticuatro horas después de iniciado el plazo de siete días fijado por ETAm para que Iberduero y el Gobierno español decreten y procedan a la demolición de la central nuclear de Lemóniz, como condición para la liberación del ingeniero-jefe de explotación de la misma, José María Ryan, no había, por parte de la mencionada empresa, ninguna contestación oficial. Sí se habla producido, sin embargo, la condena del Gobierno vasco, que, en un comunicado, calificó el secuestro como una «criminal acción netamente fascista».

La esposa del ingeniero secuestrado, en declaraciones a EL PAIS, afirmó que no entendía el secuestro de su marido, y que éste está convencido de los beneficios que la energía nuclear llevará a Euskadi.

"Está muy ilusionado con la central"

«Mi marido no había tomado nunca medidas de seguridad. No tenía miedo y creía que nada tenía que temer, pese a que algunos amigos le habían hecho observaciones al respecto. Pensaba que nada malo hacía dedicándose por entero a su profesión», declaró Pepi Murcia.Todavía no se explican las razones por las que ETA ha elegido a su marido como objetivo en una campaña contra Iberduero, aun que reconoce que, efectivamente José María Ryan está destinado a ser el responsable de la central nuclear de Lemóniz cuando ésta obtenga los permisos para su puesta en funcionamiento.

«El está muy ilusionado con el proyecto de Lemóniz, porque considera, y así lo decía, que su puesta en marcha va a beneficiar al País Vasco más que cualquier otra empresa». En este sentido recuerda que su marido es defensor de la existencia de la energía nuclear para Euskadi en un momento de crisis económica y energética.

«Sin embargo», añade, «en relación al tema nuclear es un hombre objetivo y lo valora con sus beneficios y perjuicios, y, además, acepta todos los puntos de vista, aunque estén enfrentados al suyo, siempre que tengan una base real y científica. Siempre ha defendido con naturalidad y sin fanatismos la energía nuclear, pero le he oído quejarse de la escasa información que tiene la gente sobre el tema».

Al referirse a la polémica nuclear en Euskadi, y, más concretamente, a la posibilidad de que se celebre un referéndum popular sobre la aceptación o rechazo a la puesta en marcha de la central nuclear de Lemóniz, opción apoyada hoy por la mayoría de las fuerzas políticas vascas, Pepi Murúa afirma que a su marido «le parecía muy bien» y lo admitía. «El piensa que es mejor así, que con un referéndum se va a ver que una gran parte del pueblo vasco va a arrobar la puesta en marcha de la central de Lemóniz como algo necesario para Euskadi».

«Mi marido ama al País Vasco y lo siente», es la respuesta de la esposa de José María Ryan cuando se le pregunta sobre las ideas políticas de éste. «No se metía en líos ni en política. Es poco político, pero, desde luego, si tuviéramos que decidirnos obligatoriamente por un partido, lo haríamos por el Partido Nacionalista Vasco».

En torno a las condiciones impuestas por ETAm para la liberación de su marido, Pepi Murúa afirmó: «Creo que todos tenemos, a veces, razones para actuar de una determinada manera, pero la verdad es que lo que pide ETA me parece una barbaridad».

«Estamos deseando que vuelva. Pensamos en él. Que sepa que estamos bien y que le necesitamos mucho», declaró, a modo de mensaje para su marido.