Sorpresa internacional y algunos indicios de inquietud
La noticia de la dimisión del presidente Suárez sorprendió ayer a la opinión pública europea y americana, por su carácter inesperado. Las radios y televisiones la convirtieron inmediatamente, a partir de las seis de la tarde (hora de Madrid) en la primera noticia de sus servicios informativos. Los respectivos Gobiernos prefirieron esperar y anoche no se conocían aún reacciones oficiales.
La dimisión del presidente del Gobierno español ha despertado inquietud en medios oficiosos próximos a la Comunidad Económica Europea y a la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tanto porque se ignoraba a última hora de la tarde la posible evolución de la crisis, como las causas últimas de la misma, informa Soledad Gallego-Díaz, desde Bruselas.En medios próximos a la CEE se señalaba que ningún cambio en la política interna de España podría afectar a las negociaciones para la adhesión, mientras que observadores de la OTAN expresaban su deseo de que el nuevo Gobierno se ratifique en el propósito de UCD de promover la adhesión a la Alianza Atlántica antes de 1983.
La mayor inquietud la despertaban informaciones, recogidas tanto por la televisión belga como por la luxemburguesa, según la cual la crisis se había precipitado por «presiones militares». Un alto funcionario de la CEE, implicado directamente en las negociaciones con España, se negó a realizar el menor comentario sobre tal posibilidad, aunque reconoció, en privado, que tal eventualidad, «que personalmente descarto por completo» afectaría negativamente al proceso de adhesión.
Washington
«Continuamos preparando el programa de la visita de los Reyes de España a EE UU», manifestaron medios diplomáticos al conocerse en Washington la inesperada noticia de la dimisión del primer ministro español, según informa desde la capital norteamericana Ramón Vilaró. Fuentes del Departamento de Estado, por otra parte, evitaron, como es lógico en estos casos, cualquier comentario sobre el tema.El embajador de España en Estados Unidos, José Lladó, salió ayer para Madrid, en un viaje que estaba programado desde hacía tiempo».
En la capital estadounidense, y de forma oficial, se interpreta la crisis como un tema de diferencias internas en UCD. En Washington no se cree que la dimisión del presidente Adolfo Suárez afecte en absoluto la marcha de los dos grandes temas actualmente sobre el tapete en materia de relaciones entre EE UU y España: la renegociación del tratado de amistad y cooperación y el deseo «oficioso» de Washington para que España ingrese rápidamente en la OTAN.
Moscú
La agencia Tass publicó ayer tarde la noticia de la dimisión de Suárez, con una increíble celeridad. A las 20.30 horas (18.30 hora de Madrid), un breve flash dio a conocer, sin ningún comentario, lo siguiente: «Según se supo oficialmente, el jefe del Gobierno español ha presentado su dimisión al Rey». Una hora después, la televisión se limitaba a hacer el mismo y lacónico anuncio, informa desde Moscú Félix Bayón.Lo que más ha sorprendido ha sido la rapidez con la que la agencia soviética ofreció la noticia. Habitualmente, un acontecimiento político de este tipo tarda en ser hecho público, al menos, doce horas.
Esto no quiere decir, sin embargo, que las autoridades soviéticas hayan quedado especialmente conmovidas por la noticia, ya que no es fácil vaticinar muchas variaciones en las relaciones entre Madrid y Moscú, sean cuales sean los cambios de Gobierno.
Los dos temas que preocupan en la URSS -el posible ingreso de España en la OTAN y el futuro de las relaciones comerciales- no serán alterados, previsiblemente, por el relevo en el palacio de la Moncloa. En todo caso, a Moscú le preocupa siempre el «peso» de sus interlocutores -tanto políticos como comerciales- y, sólo en este sentido, puede afectar cualquier crisis de Gobierno. En medios diplomáticos y comerciales soviéticos, el nombramiento del marqués de Perinat -hombre cercano a la Zarzuela- como embajador de España ante la URSS resultó tranquilizador.
Londres
La noticia de la dimisión de Adolfo Suárez ha sorprendido a todo el mundo en la capital británica, informa Andrés Ortega.Se habla en Londres de las presiones ejercidas sobre Suárez desde dentro de su propio partido, aunque una cierta incredulidad hacía pensar que podía tratarse de una maniobra táctica. Las opiniones mayoritarias concordaban anoche en que esta crisis gubernamental llega en un mal momento para España. Para el antiguo corresponsal en Madrid del diario The Guardian, el presidente dimitido era un hombre capaz de acomodos y concesiones, que servía para unir a distintas facciones. Para UCD, se dice, es como echar por la ventanilla al piloto de un avión.
El historiador Hugt Thomas, autor de uno de los primeros estudios sobre la guerra civil española, declaró a EL PAIS que Adolfo Suárez «será recordado como el táctico supremo de la transición, y dudo mucho de que su carrera política haya acabado». Otras opiniones británicas dudaban de que Calvo Sotelo tuviera el respaldo popular necesario para ponerse al frente del Gobierno. Ni el Foreign Office ni la oficina de la primera, ministra británica hicieron ninguna declaración sobre el tema.
Lisboa
En Portugal, el presidente, Antonio Ramalho Eanes, lamentó la dimisión del jefe del Gobierno español, por unirle a él relaciones de «cordialidad y amistad», pero expresó su confianza en que España sabrá superar la crisis.La opinión de Eanes, uno de los primeros jefes de Estado que reaccionaron ante la dimisión de Suárez, fue expresada en Lisboa por su portavoz, Joaquín Letria, quien añadió que el presidente de la República Portuguesa considera lo ocurrido «como un asunto interno de España».
Eanes expresó su confianza en que « España, a través de su proceso democratizador, tiene total capacidad para superar la presente crisis».
París y Bonn
Las emisoras de radio francesas anunciaron esta tarde la dimisión del presidente Suárez, y la atribuyeron a «fuertes críticas que venía recibiendo en el seno de su partido», La noticia fue destacada como principal noticia en los sucesivos servicios informativos.La dimisión de Suárez también ha causado sorpresa en la capital de la República Federal de Alemania, donde se divulgó rápidamente.
Tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como el portavoz del Gobierno alemán se abstuvieron de hacer comentarios.
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