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Adolfo Suárez dimite como presidente del Gobierno y de UCD

"Suárez ha dado toda su estatura como hombre de Estado"

Leopoldo Calvo Sotelo sonrió anoche al preguntarle, en su casa, cuál sería la primera medida que tomaría como presidente del Gobierno. «Hace mucho frío, es mejor que se vayan ustedes», dijo amablemente. Su interpretación personal de la dimisión del presidente Suárez la resumió en una concisa frase: «Da toda su estatura como hombre de Estado».Leopoldo Calvo Sotelo llegó a su casa, en la calle del Búho, número 1, en Somosaguas, directamente desde el palacio de la Moncloa, a las 20.35 horas, después de terminar la primera reunión del Comité Ejecutivo de UCD.

La dotación de policía nacional que ayer mantenía protección en la vivienda residencial donde el actual vicepresidente segundo para Asuntos Económitcos vive desde hace dieciséis años, era la habitual.

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Leopoldo Calvo Sotelo, acompañado de su correspondiente escolta policial, entró en coche hasta el garaje del chale, tras lo que se dirigió al interior de la casa. Una vez le fue comunicada la presencia de dos redactores de EL PAIS, Leopoldo Calvo Sotelo salió hasta la calle «a saludarlos nada más, porque, en realidad, nada puedo decirles», explicó con cordialidad.

A una primera pregunta sobre qué resultados se habían obtenido en la reunión del ejecutivo de UCD, Calvo Sotelo manifestó que no había ninguna novedad. Seguidamente, le preguntamos su opinión sobre la dimisión del presidente y la consideró como un acto que «da toda su estatura como hombre de Estado». Inmediatamente, mientras insistía en la idea, «compréndanlo, no puedo decir nada en estos momentos», escuchó la siguiente pregunta. ¿Cree que será nombrado usted nuevo presidente del Gobierno; se ha hablado mucho de ello esta tarde? «Se ha hablado de ello desde hace meses», contestó. Pero esta tarde se ha insistido más, le señalamos; a lo cual no respondió. ¿Y cuál sería su primera medida de Gobierno en el caso de que se confirmase?, le preguntamos. Y Leopoldo Calvo Sotelo sonrió, nos tomó amablemente del brazo y, a la puerta del chalé, desvió el tema: «Hace mucho frío, es mejor que se vayan ustedes».

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