EE UU dispensará hoy un multitudinario recibimiento a los ex cautivos de Teherán
Los ex cautivos de Teherán regresan hoy a Estados Unidos, donde les será tributado un multitudinario recibimiento, tras haber pasado 444 días de cautiverio en Irán y cuatro días de «descompresión» en Wiesbaden (República Federal de Alemania).
Se espera que grandes multitudes se congregarán a lo largo de la ruta entre el aeropuerto Stewart, en Nueva York, y la Academia de West Point, en cuyos terrenos está el hotel en el que serán alojados con sus familias. La primera jornada americana de los ex rehenes estará totalmente destinada al reencuentro con sus familias. Ningún representante del Gobierno estará presente a su llegada. Está igualmente previsto que su regreso se efectúe sin la presencia de los periodistas.
Durante cuatro días, los ex rehenes y sus familiares en Estados Unidos -51 de ellos, porque uno, Ronald Hocman, practicante militar, decidió quedarse en Francfort con su esposa, alemana- permanecerán aislados, bajo fuerte vigilancia, como parte del proceso de reincorporación a la vida normal.
El jueves próximo ha sido proclamado ya oficialmente «día de gracias por los rehenes», y ese día serán recibidos formalmente por el presidente Ronald Reagan y el Gobierno en pleno, en el aeropuerto de la fuerza aérea Andrews en Washington, y se les tributará e homenaje nacional de reconocimiento por su odisea.
Nueva York aspira a rendirle tributo con un desfile, o ticker tape parade, al estilo de los que se produjeron en homenaje de Lindbergh, de los héroes de ambas guerras mundiales, de los astronautas de los héroes deportivos y del Papa
Colaboración con los iraníes
Algunos de los rehenes colaboraron con sus secuestradores, e incluso formularon declaraciones por televisión o firmaron cartas justificando lo ocurrido, culpando al Gobierno de Estados Unidos por haber restaurado la tiranía del sha y por haber entrenado a su policía secreta, la SAVAK, acusada de innumerables torturas y asesinatos.
Incluso la televisión iraní ha mostrado entrevistas con algunos rehenes, poco antes de ser liberados, afirmando que habían sido muy bien tratados durante su cautiverio, mientras que los demás acusan, a los iraníes de malos tratos y hasta torturas físicas y psicológicas, lo que ha provocado gran indignación popular en EE UU.
Se sabe que en el hospital en que están recluidos los rehenes en Wiesbaden el grupo de «colaboradores» ha sido aislado por los demás, y miembros de ese grupo ha n formulado declaraciones afirmando que fueron obligados, mediante golpes y amenazas, a colaborar, y se muestran muy arrepentidos de su debilidad, temiéndose, incluso, que alguno de ellos pueda intentar el suicidio si no se les somete al tratamiento debido.
Aparte de los grandes festejos para recibir a los ex rehenes en Washington, Nueva York y otras grandes ciudades, las localidades en que residen sus familiares están preparando también homenajes. Mientras tanto, la Embajada de Estados Unidos en Moscú informó ayer que había dirigido una nota de protesta al Ministerio soviético de Asuntos Exteriores por los artículos de la Prensa de la URSS en los que atribuyen las declaraciones de los ex rehenes sobre torturas sufridas a un «lavado de cerebro» efectuado por la CIA.
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