El presidente Pertini sugiere que la Unión Soviética fomenta el terrorismo italiano
En una entrevista concedida el jueves a la televisión francesa, el presidente italiano manifestó, una vez más, su convicción de que «la central del terrorismo italiano» no está en Francia, sino en otros países cuyo nombre declaró no conocer. «Tengo la intuición de ello», añadió el presidente italiano. «¿Cómo es posible que el terrorismo se haya desencadenado en Turquía, país que tiene mil kilómetros de fronteras con la URSS? ¿Cómo es posible que se haya desencadenado en Italia, puente democrático entre Europa, Africa y Oriente Próximo?».
Las declaraciones del presidente de la República Italiana, Sandro Pertini, a la televisión francesa sobre las bases exteriores del terrorismo que actúa en su país y la alusión a la Unión Soviética han provocado en Italia una seria polémica que podría afectar, incluso, a la «cumbre» del Estado.Aunque los italianos están acostumbrados a la franqueza del presidente de la República, estas declaraciones han causado un cierto asombro. El diario comunista L'Unitá manifiesta su sorpresa y subraya que esas declaraciones son contrarias a las que sobre el mismo tema vienen haciendo los dirigentes gubernamentales y los organismos de seguridad del Estado. Por ello, el órgano comunista solicita que, una de dos: si las palabras de Pertini responden a la realidad, el Gobierno debe sacar todas las consecuencias políticas, diplomáticas y de todo género, con el fin de garantizar la seguridad nacional, y si esas declaraciones no se demuestran, también sería necesario sacar las consecuencias oportunas, aunque afectaran incfuso a los más altos responsables, en una clara alusión al jefe del Estado.
En opinión de diversos Órganos informativos italianos, este asunto pudiera favorecer una nueva crisis política que afectaría incluso a la «cumbre» del Estado.
La Prensa italiana dedica espacios de primera plana, sin excepción, a la acusación del presidente y, casi unánimemente, admite que esas palabras darán paso a una polémica de enorme alcance.
La misma Prensa se hizo eco ayer de las declaraciones del terrorista arrepentido Enrico Paghera, de la organización Acción Revolucionaria, que dijo a losJueces haber recibido 400.000 liras (casi quinientos dólares) de un diplomático libio, acompañadas del ofrecimiento de viajar a Líbano para entrenarse en un campo guerrillero palestino.
El Corriere della Sera, prestigioso diario de Milán dedicó al tema su comentario principal del día y solicita también al Gobierno que proporcione los elementos necesarios para transformar el razonamiento político de Pertini en una convicción fundada sobre índices concretos.
El diario Il Popolo, órgano de la Democracia Cristiana, visiblemente satisfecho por las declaraciones del presidente, incluyó en su edición de ayer la entrevista a la televisión francesa.
En múltiples ocasiones anteriores, el presidente italiano ha hablado a la Prensa de la existencia de un cerebro internacional que mueve los hijos del terrorismo que pretende la desestabilización de zonas tan vitales de Occidente como los países mediterráneos, principalmente Italia y España.
Pero jamás había aludido, ni siquiera indirectamente, a un país concreto o a una zona geográfica como sede de ese cerebro.
Desacuerdo franco-italiano
Por otra parte, los encuentros celebrados en Roma entre el presidente francés Valéry Giscard d'Estaing y los principales responsables políticos italianos han contribuido en opinión de los observadores a reforzar los lazos existentes entre ambos países, aunque no han permitido eliminar algunas divergencias.
El principal punto de discrepancia es Libia. Francia ha manifestado en Italia su firme intención de oponerse a las ambiciones africanas del coronel Gadafi y desea, para ello, poder contar con la solidaridad de sus «amigos» europeos. Italia no desea comprometerse en este asunto, porque mantiene excelentes relaciones comerciales con su ex colonia, donde trabajan 15.000 ciudadanos italianos.
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