_
_
_
_
ECOLOGÍA

El 35% del petróleo que se consume en el mundo pasa por el Mediterráneo

El 35% del petréleo que consume todo el mundo navega por aguas del Mediterráneo, un mar que, con una superficie de 3.500.000 kilómetros cuadrados, representa tan solo el 1% de los océanos y mares existentes en el globo. Frente a la creencia generalizada de que el Mediterráneo está clínicamente muerto, Yuval Cohen, científico israelí, piensa que este mar aún puede ser salvado de la contaminación.

Según Cohen, hasta árabes y judíos, «incapaces de solucionar sus conflictos políticos, cooperan, sin embargo, en el Plan de Acción Mediterránea, aprobado en Barcelona en 1975, aunque sus delegados sólo acepten conversar en países neutrales». El oceanógrafo israelí indica en una declaración recogidas por Efe que, contrariamente a lo que se piensa, na es el petróleo el principal elemento contaminante del Mediterráneo, sino los desperdicios industriales, las aguas vertidas y el turismo desaprensivo. El Mediterráneo alberga en verano a un tercio de todos los veraneantes del mundo, a razón de tres bañistas por metro cuadrado. Las predicciones señalan que dentro de diez a os serán cinco los bañistas que se disputen un metro cuadrado de playa en el Mare Nostrum.Los más célebres ecólogos pronosticaron hace diez años, antes de que la ONU pusiera en marcha el plan de lucha contra la contaminación de los mares, que el Mediterráneo moriría a finales de la decada de los ochenta porque, sobre el hecho de que las aguas de este mar tardan ochenta años en renovarse, incidía la avalancha turística y la industrialización galopante de las ciudades ribereñas. Cohen estima que las disposiciones aprobadas por dieciocho países mediterráneos (Albania no participó) en 1975, durante la reunión de Barcelona y el año pasado en Atenas, son eficaces para conservar este mar limpio y sano.

«La única dificultad es que no todos esos países han concretado leyes prácticas para impedir la contaminación en sus costas, y otro problema es el de los petroleros que arrojan impunemente crudo al mar. Sólo nueve de las diecinueve terminales mediterráneas para petroleros cuentan con instalaciones adecuadas para absorber los desperdicios y evitar el vertido a alta mar». Las vias respiratorias del Mediterráneo se reducen exclusivamente al trasvase de agua atlántica que entra por el estrecho de Gibraltar y al aporte de los ríos Ebro, Ródano, Po y Nilo.

Una de las primeras consecuencias de los acuerdos adoptados por los países ribereños fue la creación de ochenta laboratorios oceanográficos encargados de estudiar la contaminación y los posibles métodos de combatirla. Desde 1979, tras una reunión celebrada en Ginebra, los países mediterráneos disponen de una lista negra de productos cuyo vertido está terminantemente prohibido y otra lista gris en la que se incluyen sustancias y productos que no pueden ser vertidos sin autorizaciones internacionales especiales. Caso de que el plan de frenado de la contaminación en el Mediterráneo diera los resultados apetecidos, el segundo paso sería limpiar ese mar, cuya profundidad máxima es de 1.500 metros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_