El rey Hassan trata el problema del Sahara con dirigentes occidentales
El canciller germano occidental, Helmut Schmidt; el primer ministro maltés, Dom Mintoff; el secretario del Foreign Office británico, lord Carrington, que serán seguidos por Henry Kissinger, este sábado, y el primer ministro francés, Raymond Barre, el 21 próximo, pasaron en Marrakech unos días en visitas mitad oficiales, mitad privadas.
Todos ellos fueron recibidos por el rey Hassan II, y los que aún quedan por venir también lo serán. La insistencia de los ya llegados en subrayar que del Sahara se ha tratado sólo superficialmente parece que traduce mal el fondo real de estas visitas que, aparte la discusión de problemas generales sobre petróleo, Oriente Próximo, Libia-Chad, responden al interés de la Comunidad Europea y Occidente por ver concluido el conflicto del Magreb, que la CEE parece considerar hoy de lo más inoportuno.
Bien es verdad que los países occidentales intentan lograr los buenos oficios de Hassan II en la próxima cumbre islámica de Taef (Arabia Saudí), a fines de enero. Pero la mayoría de estos visitantes han ratificado su «estricta neutralidad en el conflicto del Sahara», lo cual actualmente parece querer decir que se inclinan por una solución entre Marruecos y el Polisario que lleve a Rabat a reconocer y poner en práctica una forma de autodeterminación para ese territorio internacionalmente aceptable.
La visita de una delegación parlamentaria francesa, esta misma semana, a Tinduf, primera desde 1975, apunta en ese sentido. Aunque del presidente Ronald Reagan Marruecos espera «solidaridad con los amigos», en lo que al Sahara se refiere, los diplomáticos norteamericanos dicen estar convencidos de que no habrá cambios sustanciales en la política de Washington, o sea, que se sigue pensando que esta guerra no se puede ganar militarmente.
Urgencia francesa
El primer ministro francés, Raymond Barre, cuyo país se ve seriamente amenazado en sus intereses en Chad, Níger, Mali con la reciente fusión libio-chadiana, puede quizá urgir a Hassan II a concluir el conflicto con el Polisario, que, de prolongarse, puede quedar, según los franceses, bajo influencia de Gadafi.Helmut Schmidt se marchó de Marruecos el miércoles pasado. Ese mismo día llegó el premier maltés, Dom Mintoff, y lord Carrington, que se encuentra en Marrakech desde el sábado último, comenzó ayer su visita oficial en Rabat.
El ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger llega este sábado a Marrakech para permaner allí tres días, y Raymond Barre estará en la misma ciudad del 21 al 24 de enero, unos días antes de la partida de Hassan II para Taef, en Arabia Saudí.
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