Previsiones de un nuevo endurecimiento en las relaciones cubano-norteamericanas

Las relaciones norteamericano-cubanas van a entrar en una nueva fase crítica. Esta es la principal conclusión que la mayor parte de los observadores extraen del prolongado discurso -unas doce horas-, del líder cubano, Fidel Castro, en el acto inaugural del segundo congreso del Partido Comunista de Cuba, el miércoles, en La Habana, y en el cual Castro calificó de peligrosa la elección de Reagan para la presidencia de Estados Unidos, y amenazó con autorizar nuevamente la emigración «salvaje» de cubanos hacia Norteamérica.

Fidel Castro aseguró que aunque «nadie sabe lo que va a hacer este hombre», en alusión al presidente electo Reagan, «tenemos el deber moral de advertir al partido y al pueblo del peligro que nos acecha». El «Iíder máximo» de la revolución cubana, que calificó de reaccionario el equipo del futuro presidente norteamericano, dijo que es preciso que Estados Unidos levante el embargo comercial que pesa sobre Cuba, que cesen las violaciones del espacio aéreo cubano por parte de la aviación norteamericana, negocie el porvenir de la base de Guantánamo, enclavada en el extremo sureste de la isla caribeña.Según los observadores, el nuevo equipo presidencial norteamericano podría adoptar medidas contra Cuba en el caso de que la Unión Soviética protagonizará una eventual invasión de Polonia.

Castro se refirió con dureza a sus connacionales que abandonaron Cuba durante las últimas emigraciones hacia Estados Unidos, autorizadas por el régimen de La Habana, y que provocaron graves problemas para las autoridades norteamericanas.

En su discurso de apertura del segundo congreso comunista cubano se refirió también a la política económica prevista en el primer congreso, en 1975, y dijo que sus previsiones no se habían cumplido, pese a registrarse «avances notables» en algunos campos de la actividad económica. Dijo asimismo que durante el período comprendido entre 1975 y 1980, el crecimiento económico cubano se elevó en un 4% y que deberá mantenerse a un ritmo del 5% en el curso de los próximos cinco años hasta 1985.

En su balance, Castro insistió sobre la conjunción de factores exteriores; e interiores para explicar el incumplimiento del programa económico anterior y se refirió concretamente al deterioro de los términos de intercambio a la crisis capitalista y a las plagas que han dañado las plantaciones de café y caña de azúcar.