Préstamo de Moscú a Varsovia por valor de 1.100 millones de dólares

La Unión Soviética concederá en 1981 a Polonia un préstamo de 1.100 millones de dólares (81.400 millones de pesetas), en divisas convertibles, y le facilitará bienes por valor de doscientos millones de dólares (14.800 millones de pesetas), según se anunció ayer en Varsovia.

Polonia podrá hacer uso del préstamo según sus necesidades, bien para reembolsar su deuda exterior, bien para financiar sus compras en países capitalistas. En un principio, el Gobierno polaco había solicitado a la URSS un préstamo ocho veces mayor, es decir, de 8.000 millones de dólares. La deuda exterior polaca se eleva a más de 20.000 millones de dólares (1,4 billones de pesetas), y sólo en este año deberá abonar, entre capital e intereses, nada menos que 7.500 millones de dólares (555.000 millones de pesetas), lo que equivale aproximadamente a un 80% de sus exportaciones.

En 1980, la ayuda soviética a Polonia ascenderá a 690 millones de dólares (más de 50.000 millones de pesetas).

El déficit de la balanza comercial polaca durante los nueve primeros meses de 1980 ascendió a 550 millones de dólares. Las exportaciones no aumentaron más que en un 9,7%, en tanto que las importaciones se elevaron en un 11,6%. Estas cifras vienen a echar por tierra los buenos resultados del primer trimestre del plan anual del año en curso.

Precisamente, el crecimiento de las exportaciones constituye, junto al desarrollo del sector agrícola, el gran reto con el que se enfrenta la deteriorada economía polaca, causante en parte de la agitación social que llevó al nacimiento de la confederación sindical independiente Solidaridad.

La crisis endémica de la agricultura polaca se ha agravado en las últimas semanas por culpa de los desastrosos resultados de las cosechas. La producción de patatas ha descendido en un 40% y la de carne en un 6%.

Error histórico

Los responsables ya no disimulan: la Polonia socialista ha cometido el error histórico de desarrollar su industria pesada y favorecer el sector agrícola estatal, que no representa más que el 25% de los terrenos cultivables. La desorganización general de la vida económica ha repercutido en tres planos: pérdidas productivas (valoradas en 2.300 millones de dólares), pérdidas en la exportación (al menos trescientos millones de dólares, según cálculos occidentales) y aumentos salariales (3.300 millones de dólares sobre una base anual).El plan revisado para 1981 prevé que la renta nacional se eleve sólo en un 1,1%; la producción industrial, entre un 3% y un 4%, y el consumo, en un 2%.