Quince años entre los candidatos al Nobel
El escritor y periodista polaco Leopoldo Unger, colaborador de la revista Kultura, editada en París y observada con reticencias por el Gobierno polaco, considera que Milosz no es propiamente un disidente, ya que, aunque eligió el exilio en 1951, nunca se ha dedicado a la política activa. «Sin embargo, Milosz no es, como se ha dicho, un escritor desconocido, ya que ha sido durante quince años consecutivos candidato al Premio Nobel».El nombre de Milosz no comenzó a sonar en los círculos literarios de Polonia hasta hace cuatro años, ya que sus obras no se habían publicado en Polonia porque estuvo prohibido durante treinta años. Recientemente, la editorial Nowa, creada por un grupo de disidentes intelectuales, publicó varios volúmenes con las obras de Milosz, entre ellas su crítica a la ideología estalinista.
Según el escritor Unger, existe una relación entre el premio y los últimos acontecimientos. «Polonia se ha convertido en la conciencia del mundo y lo que ocurre allí tiene una trascendencia cada vez mayor en Europa. Comprendo que el Nobel pueda parecer extraño y político, pero para mí es un anuncio de la existencia de un hombre de letras excepcional que el mundo ignoraba y de una persona que siempre ha luchado por la libertad y se ha negado a someterse a ninguna presión».
Sus colegas de la revista Kultura, que es donde se han publicado casi todas las obras de Milosz, presentan al premio Nobel como un pensador, a veces obsesivo y con carácter cerrado, serio y tan distante que muy pocas personas han tenido acceso a su vida privada. «Su literatura es reflexiva», explica Unger, «de raíces sólidamente polacas, y gira en torno a temas como el destino del hombre, la libertad e independencia del espíritu y el amor en el sentido de relaciones humarías. Trata en definitiva de expresar poéticamente un pqnsamiento filosófico».
La Prensa sueca elogió, por su parte, la concesión del Premio Nobel al escritor polaco. «Es difícil concebir una elección mejor», dice el diario Dagens Nyheter. El caso Milosz es un claro ejemplo del foso que separa a los dirigentes del pueblo en una democracia llamada popular. No es un escritor político, sino algo más peligroso, un hombre que piensa libremente y que sabe utilizar su idioma con un inmenso talento».
El escritor argentino Jorge Luis Borges dijo al conocer la noticia del fallo del premio que ante todo se sentía aliviado porque se lo habían concedido a otro, «porque es mejor vivir libre de amor, de odio, celos, esperanza y recelos». Aunque Borges dijo que no pensaba leer al poeta premiado, de quien tampoco conocía su obra, añadió que se alegraba por la concesión del Premio Nobel a un escritor polaco.
La larga espera de Borges, que prosigue, parece que tiene pocas posibilidades de tener un final feliz. Una colega suya, argentina, Silvina BulIrich, dijo que Jorge Luis Borges «nunca recibirá el Premio Nobel de Literatura porque la Academia Sueca pone un límite de edad, que es de ochenta años, y Borges tiene 81 ».
Si esta teoría fuera cierta, Milosz, después de quince años de espera, llegó con notable adelanto a la meta del Nobel.
Babelia
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