El ayuntamiento pedirá una investigación sobre la contaminación de las aguas

El Canal de Isabel II, empresa paraestatal dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, encargada de la distribución de agua potable en la ciudad de Madrid, reconoció ayer, por medio de una nota oficial, haber registrado, a partir del día 22. de septiembre, la «existencia puntual, en un porcentaje de las muestras de coliformes y estreptococos» en el agua de consumo en la capital.

Con esta declaración y con la creación de una comisión técnica compuesta por representantes del Ministerio de Sanidad, Canal de Isabel II y ayuntamiento, encargada del control sanitario del agua madrileña, parece haber acabado el enfrentamiento registrado días atrás entre estos organismos acerca de la potabilidad o no de la misma.Rodolfo Urbistondo, director del Canal de Isabel II, declaró ayer a este periódico su total convencimiento de que nunca había existido peligro para la población madrileña, y que «por parte del Canal no ha habido intención de ocultar nada a los madrileños».

El ayuntamiento, por su parte, hizo pública una nota en la que, tras recordar que la reunión celebrada anteayer en el gobierno civil, con asistencia de representantes de la Delegación Territorial del Ministerio de Sanidad, del ayuntamiento y del Canal, «ha evidenciado que el agua de consumo en la ciudad ha sufrido una alteración química y bacteriológica actualmente en proceso de regresión», asegura que va a plantear ante el Canal, a través de sus representantes, la necesidad de una investigación que determine las causas de la avería sufrida en el embalse de ,Santillana, qué tipo de vertidos se realiza en los embalses que abastecen a Madrid o en las corrientes que en ellos desembocan y la verificación del sistema de cloración.

Pero la propia corporación municipal quiere plantear, de acuerdo con la misma nota, «la política informativa del Canal de Isabel II, que le lleva a afirmar, en su nota oficial del día 26 de septiembre, que ha constatado la ausencia confirmada de coliformes y estreptococos en el agua, cuando la realidad era que sus propios análisis mostraban -en un porcentaje de las tomas investigadas- la existencia de unos y otros».

El director del Canal informó ayer que la contaminación de las aguas de consumo en Madrid fueron consecuencia directa de la avería sufrida por una válvula existente en el fondo del embalse de Santillana que asegura el paso del agua hacía el segundo embalse del mismo nombre. Su rotura provocó que las aguas estancadas contenidas en un pequeño receptáculo entre los dos embalses, entraran directamente en el fluido de abastecimiento de la ciudad. Esto hizo que de los dieciséis metros cúbicos por segundo que Madrid estaba consumiendo los días 18 y 19 de septiembre, en que se produjo la avería, tres fueran de aguas fuertemente contaminadas por amoniaco y nitritos.

La primera solución adoptada fue la de aumentar la cloración del agua que tenía que llegar a las casas de los madrileños, si bien el ayuntamiento siguió insistiendo, durante varios días, en que ésta era escasa, lo que daba lugar, dada la contaminación sufrida, a la aparición de colonias de colis que convertían el agua en no potable.

Pero el propio Rodolfo Urbistondo aseguró que la presencia de colis en el agua no significa necesariamente su peligrosidad.

El gobernador civil, Mariano Nicolás, que fue quien convocó la reunión de anteayer entre todas las partes implicadas en el caso, aseguró a EL PAIS que él no intentaba más que mediar en el conflicto y que las responsabilidades en el tema serán derivadas de los análisis técnicos, pero no por actuaciones anteriores.