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El asesinato de Somoza en Paraguay

"Estoy lleno de fuerza; reconquistaré Nicaragua"

«Me siento lleno de fuerza y listo para el combate: reconquistaré Nicaragua», había declarado recientemente, en Asunción, Anastasio Somoza a la revista alemana Quick. «Escupo sobre la ayuda del traidor Carter..., que entregó mi país a los rojos. Pero tengo amigos más fieles».El general Somoza había dicho la semana pasada al semanario chileno Cosas que la creación de un régimen socialista en Nicaragua por parte del Frente Sandinista «iba a provocar una revuelta popular a corto plazo». Esta revuelta le permitiría volver al país e incluso retomar el poder político yregresar a la posición omnímoda de la que disfrutaban en todos los órdenes él y su familia, en la situación política anterior.

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En estas mismas declaraciones, el ex presidente nicaragüense acusó a los sandinistas de mantener en las cárceles a 8.000 personas, mientras que aseguró que su régimen sólo tuvo doscientos prisioneros.

«Estados Unidos dieron el corte final a mi régimen», declaró, «cuando cortaron la ayuda militar a Nicaragua, alegando la violación de derechos humanos para justificar su actitud». Advertía, por otra parte, que si Estados Unidos no adopta una actitud dura con el comunismo, «un norteamericano no podrá atravesar el río Grande dentro de diez años».

Su salida a Miami, primer refugio del general, fue provocada porque, según cuenta él mismo, «fui advertido de que podían dar curso a una solicitud de extradición». Concluye que «ningún cargo en mi contra podría salir adelante en una corte donde impere la justicia». A su juicio, los cargos contra la Guardia Nacional fueron deliberadamente exagerados por la oposición nicaragüense, como una forma de hostilizar al régimen somocista. «Mi gente cometió errores, pero mis oficiales eran los mejor entrenados de América Central, y cada uno de ellos recibió, por lo menos, un año de instrucción en Estados Unidos. El general Anastasio Somoza cifró su fortuna actual en unos veinte millones de dólares.

«Mi partida de Nicaragua», decía, «me supuso la pérdida de unos ochenta millones de dólares».

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