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Toneladas de productos tóxicos, a la intemperie en un vertedero situado en una zona de Vizcaya densamente poblada

Las varias toneladas de DDT arrojadas la semana pasada a una escombrera de Portugalete, origen inmediato de la densa nuebe contaminante que se extendió por el área del Gran Bilbao, obligando a la Jefatura de protección Civil a decretar en la noche del pasado miércoles el estado de alerta, proceden con toda probabilidad de una fábrica de Baracaldo llamada Standard Química. Desde el cierre de dicha empresa, hace más de un año, toneladas de DDT -y de otros productos químicos cuya toxicidad se desconoce-, han estado a la intemperie y al alcance de cualquier persona, niños incluidos, que pasase por el paraje conocido como El Retiro, contiguo a la factoría de Altos hornos y a escasos metros de distancia de diversos núcleos urbanos, incluida la residencia de la Seguridad Social de Cruces.

Las tranquilizadoras noticias sobre el origen de la contaminación, difundidas por diversos organismos oficiales en los últimos días, no han sido suficientes para disipar en la opinión pública la sospecha razonable de que no se le dice toda la verdad. Así, a las primeras noticias que aseguraban que nada anormal habían registrado los sensores de contaminación (que miden la acidez del aire), siguió una explicación en la que reconocía la existencia de escapes de productos sulfúricos contaminantes en dos empresas de las márgenes del Nervión, y atribuía las molestias percibídas por la población al efecto combinado de tales escapes el olor producido por la combustión clandestina de unos residuos plásticos en el canal de Deusto y a las desfavorables condiciones climatológicas.La declaración de estado de alerta de contaminación en la noche del miércoles, prolongada hasta las 2.30 horas de la madrugada del jueves, vino a confirmar las sospechas de los ciudadanos, reforzadas, por otra parte, por la propia Jefatura de Protección Civil, cuyo responsable declaraba, el mismo jueves, que durante vanas horas Bilbao se había encontrado a cincuenta microgramos del nivel crítico de seguridad.

El viernes se conoce ya que en un vertedero de Portugalete han sido arrojadas varias toneladas de un producto que pudiera ser DDT, y cuyo origen se sigue considerando desconocido. El ayuntamiento de dicha localidad vizcaína inicia gestíones, en relación con otros organísmos, dirigidas a la identificación del transportista que, según el propietario del vertedero, ha arrojado ese material. La ausencia del camionero, al parecer por encontrarse de vacaciones, congela las investigaciones durante todo el fin de semana. Todavía el lunes el gobierno civil asegura desconocer el origen de las toneladas de DDT vertidas, aunque vecinos de la zona aseguran que las operaciones de descarga de dicho producto vienen repitiéndose desde al menos dos semanas. En ese momento, cinco días después de la alarma de contaminación, se desconoce todavía la naturaleza exacta del producto, cuyo análisis ha sido encargado por el gobierno civil a los laboratorios de la Delegación Provincial de Sanidad.

Mientras tanto, la Jefatura de Protección Civil ha ordenado cubrir toda la superficie del vertedero con una capa de veinte centímetros de arena. Esta comienza a extraerse el mismo día 8 de la playa de Somorrostro, lo que provoca las protestas de los habitantes de dicha zona, agudizadas cuando se anuncia que probablemente será necesario extraer de dicho lugar unos doscientos camiones de arena. Pese a que estas operaciones de recubrimiento se continúan durante el sábado día 9, al día siguiente, hacia las seis de la tarde, el olor insecticida era claramente perceptible en zonas como Baracaldo, distante unos siete kilómetros del vertedero.

Este hecho parece confirmar, por otra parte, la sospecha de los habitantes del barrio baracaldés de El Retiro, que identifican el olor padecido estos días por toda la comarca con el que, procedente de una fábrica de insecticidas, actual mente cerrada y situada en el barrio, ellos están acostumbrados a soportar cotidianámente.

Posibles venenos al aire libre

La fábrica en cuestión, Standard Química, está situada en el número 7 de un callejón que corre paralelo a las verjas de la factoría de Ansio de la empresa Altos Hornos de Vizcaya. En su tramo final, la tapia que rodea las instalaciones está to talmente derruida, dejando una abertura de varios metros de ancho, a través de la cual puede verse un gran montón de un producto polvoriento de color blanco y que despide el olor característico del DDT. En el interior del patio central de la fábrica son visibles otros montones del mismo polvo blanco, aunque de menor tamaño, y varia toneladas de un producto viscoso de color verde, derramado bajo un cobertizo medio derruido. También hay unos pequeños sacos en cuya superficie y escrito a mano aparece la inscripción «Espolvoreo -5%». En el otro extremo de la ex planada aparecen apiñados varioscientos de sacos de papel con la inscripción «Dicalite Española, SA. Made under license from Philadelphia, Los Angeles».Todos estos productos se encuentran al aire libre y al alcance de cualquier persona que pase por el lugar desde hace por lo menos año y medio. Fue entonces cuando, por dificultades económicas, la empresa, que inicialmente estuvo ligada al grupo Insecticidas Cóndor, cerró la fábrica, acogiéndose sus trabajadores al subsidio de desempleo. Los propietarios actuales, al parecer de origen francés, pretenden poner de nuevo en funcionamiento la empresa, para lo que, según informaciones recogidas en la zona, un camión retiró recientemente parte del material almacenado y, en particular, del polvo blanco con olor a DDT.

Ayer por la mañana, funcionarios enviados por el gobierno civil procedieron a tomar muestras de tales productos, al parecer para su uIterior análisis. Paralelamente, el laboratorio de la delegación de Sanidad remitía ayer mismo al gobierno civil el resultado del análisis del producto arrojado en el vertedero de Portugalete, confirmando que se trataba de DDT, aunque precisando que dicho producto «no es tóxico para las personas y animales» y que, de hecho, no se tenían noticias de efectos nocivos de la contaminación de la semana pasada sobre la población de Bilbao. A modo de conclusión, el informe finaliza afirmando que el DDT es «más molesto que dañino».

La difusión de tales conclusiones por las emisoras de radio bilbaínas, a partir de las seis de la tarde de ayer, provocó numerosas llamadas a dichos medios de particulares que aseguraban haber padecido ellos o sus familiares, enfermedades de diversa consideración por causa del DDT. Se sabe también que una persona, cuyo nombre no ha sido revelado, ha presentado ante el Juzgado número 3 de Bilbao una denuncia «contra,quien resultase responsable de la contaminación sufrida por la comarca de Bilbao el miércoles día 6 de agosto». Dicha persona apoya su denuncia en los efectos causados por dicha contaminación sobre la salud de un hijo suyo de corta edad.

El DDT es mortal

Diversas fuentes relacionadas con la medicina, consultadas ayer tarde por EL PAÍS, pusieron en cuestión, por su parte, el optimismo tranquilizador del informe oficial, precisando que la toxicidad o no del DDT depende de su concentración. «Es poco peligroso cuando aparece disuelto -por ejemplo, en sprais-, pero puede ser mortal en concentraciones altas», informaron dichas fuentes.En el manual de farmacología de Manuel Litter, utilizado por los estudiantes de Farmacia, se precisa que el DDT puede ser mortal si se ingiere directamente, considerándose letal una dosis de quinientos miligramos por kilogramo de peso (lo que significaría que para un niño de seis o siete años pudiera ser mortal una dosis de diez gramos). En dosis elevadas, el DDT afecta al sistema nervioso central. En cuanto a su acción local por contacto o aspiración, provoca, según dicho texto, irritaciones de la piel y mucosas y trastornos gástricos.

La fabricación del DDT está prohibida en casi todos los países. En España, según una fuente consultada, apenas se utiliza, estando prohibido su uso en farmacla y en productos de desisectación del campo en gran escala, aunque todavía se usa para la elaboración de ciertos insecticidas compuestos.

La concentración máxima tolerable en la atmósfera de los Insecticidas clorados, entre los que se encuentra el DDT, es de un miligramo por metro cúbico. Su respiración prolongada produce vómitos, temblores e Irritaciones locales

La fábrica Standard Química está situada en el centro de una zona -la margen izquierda del Nervión- que, con una densidad de casi 6.000 habitantes por kilómetro cuadrado, es probablemente la más poblada de España.

Por otra parte, contiguas al límite inferior de la escombrera de Portugalete hay varias huertas, cuyos frutos difícilmente podrán no resultar afectados por una cantidad no precisada -pero que la prensa local cifra en unas cuarenta toneladas- de un veneno que si, como se afirmaba ayer optimistamente en fuentes relacionadas con la empresa contaminante, «pueden preservar de insectos a Bilbao», pueden quizá también arruinar la salud del millón de habitantes

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