En Chile están actuando organizaciones parapoliciales de extrema derecha

La muerte de un estudiante universitario, aparentemente tras haber sido torturado en un centro secreto de detenciones, ha dado credibilidad a las informaciones que hablan de la existencia en Chile de una organización terrorista de extrema derecha que actúa paralelamente a las fuerzas policiales.

José Eduardo Jara, estudiante de Periodismo en la Universidad Católica de Santiago, falleció el sábado en un hospital, a consecuencia de una fractura de cráneo, después de haber sido abandonado en un descampado por un grupo armado no identificado, que le había secuestrado diez días antes. Según las declaraciones de Cecilia Alzamora Bejares, que había sido secuestrada a la vez que Jara y liberada el mismo día, durante el tiempo que duró el secuestro José Eduardo recibió numerosas palizas. Su cuerpo apareció con marcas de quemaduras, además de la fractura craneal y diversas magulladuras.Cecilia Alzamora explicó que han permanecido detenidos, tras ser trasladados allí vendados, en un centro clandestino de detención. Según ella, los secuestradores se identificaron como miembros de un grupo anticomunista llamado los Vengadores de los Mártires.

Desde el asesinato del teniente coronel Roger Vergara, perpetrado el 15 de julio, que era el cerebro de los servicios secretos del Ejército, han sido detenidas cientos de personas, y un mínimo de cinco parroquias católicas han sido saqueadas por comandos civiles, con la excusa de buscar a sospechosos.

El Gobierno de Augusto Pinochet ha negado rotundamente que Jara y Alzamora hayan estado en manos de oficiales del Servicio de Seguridad. Desde hace tiempo existen sospechas sobre la existencia de una organización clandestina formada por miembros del antiguo Directorio Nacional de Inteligencia (DINA), que fue el órgano fundamental de inteligencia del régimen hasta 1977.

El general Manuel Contreras Sepúlveda, fundador del Directorio de Inteligencia, está involucrado en el asesinato de Orlando Letelier, líder chileno exiliado, y causó serios problemas diplomáticos con Washington, que pidió su extradición junto con la de otros dos oficiales del Ejército, a lo que se negó el Tribunal Supremo chileno.

Desde este momento ha estado involucrado en graves escándalos económicos, y es el causante de la dimisión del general Odlanier Mena, jefe de la Central Nacional de Inteligencia hasta el pasado 23 de junio. Mena rechazó, poco después de su dimisión, la versión oficial, según la cual el asesinato del coronel Roger Vergara se debe a un grupo de extrema izquierda. Mena responsabiliza de este crimen a la extrema derecha, basándose en el hecho de que el coche utilizado por el comando asesino pertenecía a las cocheras del palacio presidencial, y en que no tenía ninguna de las características de los atentados del MIR.

A raíz de estos hechos, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica hizo público un comunicado a principios de esta semana en el que expresó su más enérgico rechazo al secuestro de estudiantes practicado por terroristas de extrema derecha.

Otros estudiantes desaparecidos

Según el comunicado de la FEUC, secuestros como el de José Eduardo Jara «amenazan las bases fundamentales de la convivencia nacional y universitaria civilizada, propia de una sociedad libre». La Comisión de Derechos Juveniles y Centros Estudiantiles de la Universidad de Chile denunció asímismo que otros estudiantes se encuentran secuestrados o detenidos. El comunicado facilita una lista de estudiantes desaparecidos recientemente, eventualmente detenidos por grupos no identificados. Figuran en esta lista Antonio Reynaldo y Florencio Velasco, estudiantes de Pedagogía de la Universidad de Chile; Alejandro Correa y Marlene Schultz, de la Universidad Técnica del Estado; Marco Pinas, estudiante de Arquitectura; Norma Arellano, de Filosofía; Denís Ramos, de la facultad de Ciencias. También se explica la desaparición, el pasado 18 de junio, de un estudiante de Historia, de la Universidad de Chile, Bernardo Amigo, junto con sus padres. Según los dirigentes estudiantiles, Bernardo Amigo y su padre fueron puestos en libertad tras haber sido sometidos a diversos interrogatorios, pero hasta el momento se ignora el paradero de la madre de la familia Amigo.