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Schmidt pide a Breznev, en Moscú, la retirada total de Afganistán

El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, pidió anoche en Moscú al secretario general del PCUS, Leónidas Breznev, que concrete un plan de normalización para Afganistán que concluya con la retirada total de las tropas soviéticas. «Estoy seguro», dijo Schmidt -que inició ayer su quinta visita a la URSS y es el primer jefe de Goblerno occidental que visita Moscú tras el inicio de la crisis afgana-, «que usted contribuiría esencialmente al apaciguamiento de la peligrosa crisis internacional si pudiera declarar que la retirada anunciada de algunas tropas soviéticas constituye el inicio de un movimiento continuo que proseguirá hasta su retirada completa».Schmldt reiteró también -en el curso de una cena que le ofreció en el Kremlin el jefe del Estado soviético- el deseo de la RFA de que soviéticos y norteamericanos regresasen a las negociaciones sobre armamento nuclear estratégico y de medio alcance. Por su parte, Breznev afirmó que no debe sufrir daño la política de distensión, y formuló un llamamiento en favor del desarme generalizado, pidíendo, en concreto, que Occidente renuncie a fabricar la bomba de neutrones.

El canciller Schmidt y el ministro federal de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, fueron recibidos con honores militares, en el aeropuerto de Vnukovo, por Breznev, el presidente del Consejo de Ministros, Alexei Kossiguin, y el ministro de Asuntos Exteriores, Andrel Gromiko.

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Schmidt: "Hay que mantener el diálogo, entre el Este y el Oeste, sobre todo en tiempos difíciles"

Viene de primera páginaHelmut Schmidt resumió, durante la cena de ayer en el Kremlin, los «temores y esperanzas» de la RFA tras seis meses de tensión internacional. El canciller reiteró a Breznev que en la alianza occidental y fuera de ella se desarrollan intensos contactos para preparar la Conferencia de Seguridad Europea en su fase de Madrid.

Esta conferencia «podrá adoptar decisiones importantes en el sector del control de armamento», dijo Schmidt. «Una conferencia sobre problemas de la seguridad en Europa sería el foro adecuado para inicia negociaciones sobre esta materia. Esperamos», añadió el canciller», que sea posible en Madrid llegar a. una unidad de criterio sobre un mandato sustantivo de negociaciones».

En cuanto a la crisis de Afganistán Schmidt pidió que se escuchase a los pueblos del Tercer Mundo, deseosos de seguridad, libertad y autodeterminación. «La paz del, mundo depende en medida creciente de que todos los pueblos, también aquellos que no pertenecen a alianza alguna, puedan confiar en que su soberanía e independencia están a salvo». El canciller resaltó, la coincidencia de pareceres en este problema entre Francia y la República Federal de Alemania. Como también que en Venecia, los pasados 22 y 23 de este mes, se patentizo que el mundo urge una solución de esta crisis, dándose curso a la iniciativa en favor de «un Afganislán independiente y no ahneado». Para Schmidt, Breznev aportaría «algo sustancial» a esta solución «si pudiese explicar que la anunciada retirada de algunas tropas soviéticas es el comienzo de un movimiento continuado hasta la plena evacuación» del territorio por los soldados soviéticos.

En relación con otros problemas, el cannller reafirmó el derecho de seguridad de fronteras que tiene Israel y tarribién el derecho de autodeterminación del pueblo palestino. También repitió la postura de Bonn respecto de las crisis de Namibia Suráfrica, Irán e Indochina.

Asimismo insinuó una crítica a Moscu al referirse al Tercer Mundo, cuya paz exige que «se renuncie a interferir en sus propios planteamien:os políticos, sociales y económicos». También se mostré interesado el canciller en buscar una cooperación, junto con los soviéticos, al problema de la energía: «Desde el principio, señor secretario general», dijo, «he asumido con gran interés su idea de una conferencia energética paneuropea». Sin embargo, muchas de las soluciones de estos problemas requieren, recordó el canciller, que «se vuelva al equilibrio donde éste ha dejado de existir o que se conserve allí donde no haya desaparecido». En este contexto, Schmidt pidió que la Unión Soviética y Estados Unidos coincidan en «aplicar los acuerdos SALT II como si ya estuviesen rati icados». El canciller repitió también que la oferta de la OTAN -cohetes y negociación- «contiene, primero, una voluntad de defensa y, segundo, una proposición para la limitación del armamento». En este contexto, el canciller pidió a los países del Pacto de Varsovia que concreten la disponibilidad de negociación «sobre todos los sistemas de armamento» a que hicieron referencia en su declaración del 15 de mayo.

Para resumir su posición, Helmut Schmidt concretó que se trata de mantener el diálogo entre el Este y el Oeste, «especialmente en tiempos difíciles», y de aspirar con más ahínco a la consecución de la paz. Alemania Federal, por otro lado, reafirma su voluntad de mantenerse en la Alianza Atlántica. Prueba de ello es que el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Genscher, se trasladará mañana, miércoles, a Washington para informar al presidente Carter del desarrollo de las negociaciones en Moscú.

Breznev, contra el rearme

El secretario general del PCUS, Leónidas Breznev, formuló anoche, durante una cena ofrecida en el Kremlin al canciller de la República Federal de Alemania, Helmut. Schmidt, un llamamiento en contra del rearme en todas sus formas, y aseguró que la Unión Soviética está dispuesta a recorrer «nuevos caminos» para intensificar su cooperación con todos los países del mundo, empezando por la RFA. A diferencia de Helmut Schmidt, que sólo tocó de pasada el tema de las relaciones bilaterales en su discurso de respuesta. Breznev dedicó a este punto la mitad de su intervención, mucho más breve, por otra parte, que la del canciller federal.

El jefe del Estado soviético y secretario general de]. PCUS, Leónidas Breznev, señaló que su encuentro con el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Schmidt, «está muy maduro», debido al gran número de interrogantes que se han ido suscitando a lo largo de los últimos meses.

Aun reconociendo que no existe una plena coincidencia entre él y Schmidt, Breznev cree que al menos existe acuerdo en algo, en lo más importante: «No debe permitirse que sufra daño la política de distensión». Un velado ataque a Estados Unidos, «con cuyo criterio no concuerda la distensión», dio pie a Breznev a formular su llamamiento en favor del desarme generalizado: «A la vista de los continuados esfuerzos de forzar la carrera armamentista, nos volvemos a Occidente con el llamamiento expreso de que cese esta situación. Hay que renunciar a todo tipo de programas de rearme, a crear nuevos modelos de armas y sistemas, ya se trate de cohetes, armas neutrónicas, químicas o de cualquier otro tipo».

Breznev anunció que hoy Helmut Schmidt y él se concentrarán en el tema de las armas nucleares de mediano alcance, tema clave para los alemanes en esta visita del jefe del Gobierno de Bonn a Moscú. Breznev aseguró que tiene esperanzas de que «nuestro diálogo será fructífero y, en atención a nuestra política realista, no permitiremos que la situación se mantenga en un callejón sin salida».

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