La Unión Soviética rechaza la propuesta de Carter de un "acuerdo transitorio" para Afganistán
La Unión Soviética rechazó ayer, a través de un despacho de su agencia oficial Tass, la propuesta formulada el martes en Belgrado por el presidente norteamericano. Jimmy Carter, de un «acuerdo transitorio» en Afganistán, paralelo a la «rápida retirada» de todas las tropas soviéticas. La agencia acusó a Carter de presentar «proposiciones vagas» y de eludir el verdadero problema en Afganistán, que para los soviéticos es la agresión desencadenada contra el Gobierno de Kabul por Washington y Pekín.
En opinión de los soviéticos, la «solución política» en el país afgano pasa por la aceptación del régimen de Kabul y se ratifican en el criterio, expresado con anterioridad, de que la situación afgana «es irreversible en base a la revolución de 1978».En determinados círculos occidentales ha sorprendido que Tass se refiriese «a la falta de claridad» en la propuesta de Carter, como si exigiera que el presidente de EE UU precisara los detalles de la misma. Tass admitió, refiriéndose a la retirada parcial de Afganistán, que las tropas de la URSS permanecerían en ese país, puesto que «la injerencia exterior» hacia necesaria la presencia militar soviética en defensa del régimen de Babrak Karmal.
A pesar de que la agencia acusa a Estados Unidos de intensificar su ayuda a los rebeldes afganos, dando a entender las dificultades del momento para el inicio de conversaciones serias entre Washington y Moscú, la misma agencia afirma que «se impone un diálogo serio y constructivo» entre las dos superpotencias.
Las acusaciones de Tass contra Estados Unidos fueron apoyadas ayer por el órgano oficial del Partido Comunista soviético (PCUS), Pravda, aunque desde otra vertiente. El diario dice que Carter intentó, en la pasada cumbre de Venecia, acusar a los países productores de petróleo de ser los únicos responsables de los males que padece el sistema capitalista y no pudo impedir que quedaran patentes las rivalidades económicas entre Washington y el resto de las potencias industriales.
Por otra parte, ayer terminó la sesión de primavera del Soviet Supremo de la URSS (Parlamento), a la que asistieron todos los líderes soviéticos, los catorce miembros del Politburó, como para demostrar que los últimos rumores acerca de su estado de salud o problemas políticos eran inciertos.
A pesar de que el Parlamento aprobó dos leyes, sobre los poderes de los Gobiernos regionales y protección ecológica, enviadas el pasado lunes por el pleno del Comité Central, ningún dato se aportó sobre las anunciadas medidas económicas y de su ministro de Medios de Consumo a la Población.
Prueba de la continuidad y cohesión del poder soviético fue la acusación hecha en el Soviet Supremo al presidente Carter, como «único responsable» de los fracasos económicos en la URSS e insistencia en la necesidad de fortalecer la «capacidad defensiva soviética».
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