Comunicado de la "cumbre" de Venecia

Los siete países occidentales reunidos en la cumbre de Venecia han tomado nota del anuncio soviético de la retirada de «algunas» de sus tropas de Afganistán, pero para contribuir a la solución de la crisis -advierten- «esta retirada, de confirmarse, deberá ser de naturaleza permanente y continuar hasta la salida total de las tropas de Afganistán».«Pedimos», añaden, «la completa retirada de las tropas soviéticas y que se le ofrezca al pueblo afgano la posibilidad de decidir su propio destino. Sólo así será posible restablecer una solución conforme a la exigencia del derecho y de la paz y conforme a los intereses de todas las naciones».

«La ocupación militar soviética de Afganistán es inaceptable y no estamos decididos a aceptarla en el futuro, porque es incompatible con la voluntad de independencia nacional del pueblo afgano, como lo ha demostrado su valiente resistencia, y con la seguridad de los países de la región».

En estos términos comienza la declaración de los siete sobre Afganistán, leída el domingo por el primer ministro italiano, Francesco Cossiga, después de haber recibido el mensaje dirigido por la URSS a la cumbre de Venecia.

El texto insiste en que la ocupación militar soviética «es también incompatible con los principios del estatuto de las Naciones Unidas y con los esfuerzos para mantener una efectiva distensión».

«En este aspecto», prosigue el documento, «estamos plenamente de acuerdo con el sentimiento expresado por una aplastante mayoría de la comunidad internacional, reflejado en la resolución del 14 de enero de 1980 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y, durante las dos recientes sesiones de la Conferencia Islámica».

Los jefes de Estado o de Gobierno de los siete países más ricos de Occidente afirman después que Afganistán debería poder recuperar la propia soberanía, la integridad territorial, la independencia política y su carácter tradicional de país no alineado. «En consecuencia», añade, «pedimos la completa retirada de las tropas soviéticas y que se le ofrezca al pueblo afgano la posibilidad de decidir libremente su propio destino».

Para terminar, los jefes de Gobierno reunidos en Venecia sostienen que «estamos dispuestos a hacer todo cuanto esté en nuestro poder para alcanzar este objetivo, estamos igualmente dispuestos a apoyar toda iniciativa en tal sentido, como la decidida por la Conferencia Islámica, y todos los esfuerzos dirigidos a contribuir a la Independencia política y a la seguridad de los Estados de la región».

Como punto final, la declaración dice que «los Gobiernos representados en este encueritro, que han tomado posición contra la participación en los juegos Olímpicos, ratifican firmemente su postura».