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La CEE elabora una "lista negra" de pesqueros españoles y les prohibe faenar en sus aguas

La Comunidad Económica Europea ha comunicado al Gobierno español una lista de diecinueve merluceros de Fuenterrabía a los que pretende impedir que faenen en aguas comunitarias, a petición de las autoridades francesas, para castigar su «indisciplina» frente a las órdenes de la patrullera Ancelle. En realidad, según declaró a EL PAIS el secretario de la Cofradía de Pescadores de Fuenterrabía, «los franceses quieren acabar con nuestra flota y quedarse con una riqueza que hemos compartido siempre».

La existencia de esta «lista negra» ha sido confirmada por el comandante del Ancelle, una patrullera francesa que desde hace tiempo ha protagonizado constantes incidentes con los merluceros, que han culminado con la retirada de la licencia de pesca en aguas comunitarias a dos embarcaciones, el lunes y el miércoles.En el primer caso, la licencia retirada al Santa Gema III fue devuelta, después de gestiones diplomáticas motivadas por el retorno de la flota a puerto. La licencia del La Providencia en cambio, sigue retenida. Tanto á Santa Gema III como el La Providencia forman parte, junto a otros diecisiete merluceros, de la lista establecida el 1 de abril por la CEE en Bruselas.

La tensión ha crecido de forma palpable entre los pescadores de Fuenterrabía, que llevan más de dos años en conflicto permanente. «Creímos que iban a disparar contra nosotros», declararon al llegar a puerto el miércoles los tripulantes del La Providencia, abordado por el Ancelle y por el destructor Kersaint cuando faenaba en aguas comunitarias. La intervención de una patrullera española, que medió en el conflicto, evitó un enfrentamiento de mayor trascendencia, y los franceses, después de requerir al patrón del La Providencia para que les mostrara la licencia de pesca, se retiraron con este documento.

Ayer, el Ancelle intervino nuevamente, dirigiéndose a toda máquina hacia los merluceros pasadas las dos de la tarde. Sin embargo, la presencia de dos patrulleras españolas le hizo desistir, según los pescadores, y retornó a Bayona. La Comandancia de Marina de San Sebastián aclaró que la coincidencia de las dos embarcaciones de la Marina de guerra se debía al relevo habitual cada quince días.

Los merluceros de Fuenterrabía se encuentran al borde de la desesperación. Desde noviembre de 1977, en que el Ancelle apresó a más de veinte pesqueros, la situación se ha deteriorado progresivamente. En principio el conflicto se originó por la negativa francesa a permitir el trabajo de los merluceros en calas situadas entre las seis y las doce millas de sus aguas, ignorando un acuerdo bilateral entre Francia y España que data de 1967 y que está plenamente vigente, porque nunca ha sido denunciado. Reiteradas sentencias de los tribunales de Bayona y de Pau ratifican la validez de este acuerdo. Sin embargo, los merluceros han aceptado por el momento los hechos consumados, renunciando a pescar entre las seis y las doce millas francesas, después de haber permanecido más de 35 días en puerto, entre abril y marzo, a la espera de unas negociaciones que se les habían prometido.

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