El Ejército boliviano pide la suspensión de las elecciones
El Congreso Nacional, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia y la Central Obrera Boliviana rechazaron ayer unánimemente la propuesta de las Fuerzas Armadas de aplazar las elecciones generales del 29 de junio. En una reacción sin precedentes, que incluyó a las corrientes de derecha, se desestimó la sugerencia castrense, hecha pública el lunes. El Parlamento, reunido ayer tarde, ratificó por unanimidad las dos resoluciones que fijan el 29 de junio como día de las elecciones.
La mayoria de los partidos políticos bolivianos se pronunciaron anoche contra un documento de las fuerzas armadas, dirigido a la presidenta de la nación, en el que pide el aplazamiento de las elecciones generales, que deben celebrarse el 29 de junio, «al menos un año». El nuevo enfrentamiento entre Ejército y partidos ha multiplicado la psicosis de guerra civil que se vive en el país andino. La presidenta, Lidia Gueiler. se ha reunido urgentemente con su Gobierno para analizar la propuesta castrense, en la que se existe también un Gobierno de unidad nacional, la elaboración de un plan económico de urgencia y una revisión de las instituciones jurídicas y el sistema electoral.El documento de las fuerzas armadas, interpretado como un ultimatum al poder civil, anticipa que el Gobierno que salga de las urnas el día 29 de junio «no tendrá la capacidad suficiente para gobernar». La propuesta está firmada por el general Armando Reyes, jefe de las fuerzas armadas, y por los Jefes del Ejército, la fuerza aérea y la marina.
La iniciativa militar ha sido inmediatamente calificada de «anticipo de golpe de Estado». Los más representativos de los doce candidatos a la presidencia se han pronunciado contra la suspensión de los comicios. Para el presidente del Senado, Walter Guevara, se trata de «una excusa previa a nuevas acciones militares». Hernan Siles, candidato de la coalición centro-izquierda Unidad Democrática y Popular afirmó ayer en La Paz que «el proceso golpista se ha iniciado ya».
Sólo el partido del ex dictador y presidente Hugo Banzer ha señalado que «es necesario un gran diálogo nacional para estudiar la propuesta militar».
El Gobierno de la presidenta Lidia Gueiler estudia también en su reunión de emergencia el ultimátum militar al embajador norteamericano en La Paz, para que abandone Bolivia. Los militares han pedido a la presidenta que declare «persona non grata» a Marvin Weissmann por «injerirse en cuestiones de política interna». Ayer, el comandante del segundo cuerpo del Ejército, de guarnición en Santa Cruz de la Sierra, a novecientos kilómetros de La Paz, puso en estado de alerta a sus tropas para presionar a la jefa del Gobierno. Weissmann respaldó públicamente la semana pasada el proceso democrático boliviano.
En Santa Cruz y La Paz han tenido lugar manifestaciones antinorteamericanas, con quema de banderas, convocadas por el partido ultraderechista Falange Socialista Boliviana. El enviado especial del periódico norteamericano Washington Post a la capital andina, Charles Kraus, ha sido retenido algunas horas por los servicios de información militares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.