La presidenta interina de Bolivia, Lidia Gueiler, escapa a un intento de asesinato
El coronel Jorge Estrada, jefe de seguridad de la presidenta interina de Bolivia, Lidia Gueiler, ha intentado asesinar a la primera mandataria del país andino, según fuentes oficiales de La Paz. El coronel Estrada, en estado de embriaguez, se introdujo en los apartamentos oficiales de la presidenta, en su calidad de comandante de la escolta de la jefa del Estado, e intentó forzar la puerta del dormitorio de Lidia Gueiler. El militar iba armado con un fusil.
La presidenta comunicó por teléfono con uno de sus edecanes, que consiguió desarmar al coronel Estrada. Este declaró «que hacía falta matar a esta mujer para que los bolivianos puedan vivir en paz». Como consecuencia de este incidente, han sido reemplazados todos los miembros de la guardia presidencial. El coronel Estrada ha sido degradado y compareció ayer ante un tribunal militar.Mientras tanto, los atentados se multiplican en La Paz, donde la situación se convierte en crítica por momentos. Los habitantes de la capital fueron despertados ayer por una cadena de explosiones y el ruido de armas automáticas. Los atentados se produjeron en la zona baja de la capital, donde se encuentran el Ministerio del Interior, el hotel Sheraton y varias embajadas.
Locales sindicales, estaciones de servicio, emisoras radiofónicas y automóviles han sido blanco de los ataques, que han causado cuantiosos daños, pero ninguna víctima. La policía no ha podido descubrir todavía a ninguno de los culpables, que, según rumores cada vez más extendidos, están al servicio de un plan de desestabilización de la extrema derecha, cuyo nombre de código sería Amapola, destinado a sembrar el caos y preparar el camino a un nuevo golpe de Estado que cancele las elecciones del día 29.
En la degradada situación política boliviana, el intento de asesinato de la presidente, presentado por algunas fuentes informativas como un «intento de violación de la señora Guelier», se produce mientras el sector ultraderechista de las fuerzas armadas espera que abandone La Paz el embajador de Estados Unidos.
El sábado se produjo un ultimátum castrense al representante norteamericano, Marvin Weissman, acusado de injerencia en la política interior boliviana, a raíz de un pronunciamiento público en el que advertía a los militares contra cualquier intento de golpe.
Bolivia debe acudir a las urnas el 29 de junio para elegir presidente de la nación y renovar su Congreso. Durante los últimos días no han cesado de acrecentarse los rumores y manifestaciones de todo tipo preludiando un nuevo cuartelazo en el país latinoamericano. En noviembre pasado, el coronel Natusch Busch interrumpió el entonces recién estrenado proceso democrático boliviano con una sublevación militar que sólo duró quince días, pero que se cobró varios centenares de vidas civiles.
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