Ser médico no da para mucho
Hace unos días me encontré en mi buzón una carta dirigida a mi nombre, enviada por el Ministerio de Hacienda. En su Interior, una circular hablando de lo justo y equitativo que es contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a sobrellevar los gastos de España, a través del pago del llamado impuesto sobre la renta de las personas físicas.Acompañando a la circular se adjuntaba un folleto explicativo, con una serie de explicaciones y avisos respecto al mencionado impuesto, y en la portada del mismo aparecía la frase «lo que usted debe saber».
Me gustaría decirle al ministro de Hacienda «lo que debería saber», pero en este caso sobre mi situación, que creo puede ser la de miles de ciudadanos.
Hace dos años que terminé mis estudios de medicina y desde entonces estoy sin trabajo alguno, porque en este país hoy no lo hay para un médico recién licenciado, Tengo ahora veintisiete años y por necesidad forzosa tengo que mantenerme a costa de mi madre, una viuda que vive de una modesta pensión y que, por supuesto; también tiene que hacer su declaración de la renta (también a los pensionistas se les obliga). Supongo, y tampoco. creo equivocarme ahora, que habrá situaciones peores, incluso dramáticas, pero no escribo esto para hacer comparaciones, sino para decirle al ministro de Hacienda «lo que debería saber».
Quisiera agradecer a dicho ministro que se haya acordado de mí para levantar la economía de España, tarea maravillosa y noble, pero lo siento, yo no puedo ayudar con d,nero porque no lo tengo, sencillamente porque para tenerlo hace falta un trabajo, y yo tampoco lo tengo. Por eso creo que el ministro de Hacienda se ha equivocado al llamar a mi puerta. Q ue mire a ver si pueden darle algo aquellos otros ciudadanos que cobran varios sueldos, fantásticos sueldos en muchos casos.
Esto de ser médico no nos da a algunos para mucho, aunqüe así lo crea el Ministerio de Hacienda./
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