Los atentados de Cisjordania, dirigidos contra las figuras clave de la resistencia a los israelíes
En el hospital Rafidiye, de Nablus, en Cisjordania, el alcalde de la ciudad, Bassam Chakaa, amputadas sus dos piernas, lucha para sobrevivir, tras haber resultado gravemente herido por la explosión de una bomba colocada en su automóvil. Al recobrar el conocimiento, poco después de la operación, declaró a los periodistas: «Se me puede privar de mis dos piernas, pero no de mi voluntad de continuar la lucha por la libertad de mi pueblo contra la ocupación israelí».
Al alcalde de Ramallab, Karim Jalaf, víctima también de la explosión de una bomba de relojería, le ha sido amputado el pie izquierdo. Interrogado por EL PAIS sobre si las autoridades israelíes le habían pedido que tomase precauciones para defenderse de eventuales represalias de extremistas judios, tras el atentado palestino de Hebrón, en el que murieron seis soldados, Karim Jalaf contestó: «El gobernador militar de Ramallah sólo me ha hecho una advertencia: ¡Que no me ocupe de política! ». En El-Bireh, ciudad gemela de Ramallah, el alcalde, Ibrahim Tawil, salió ileso de un atentado que destrozó su vehículo. Advertido del ataque que acababa de padecer su colega, el alcaIde de Ramallah, Ibrahim Tawil, optó por dejar su coche en el garaje y se desplazó hasta el hospital de Ramallah, en el único vehículo del ayuntamiento. Un bombero israelí, que el gobernador militar envió para examinar el coche del alcalde de El-Bireh, recibió la carga explosiva en plena cara y perderá probablemente la vista.En el zoco -mercado árabe- de la ciudad palestina de Hebrón, la explosión de una bomba produjo diez heridos, dos de ellos graves. Por último, en Ramallah, dos estudiantes palestinos de la Universidad de Bir Zeit resultaron heridos de bala por varios desconocidos que dispararon desde un coche con matrícula amarilla, es decir, israelí. ¿Quiénes son los culpables de esta cosecha de atentados terroristas registrados en una sola mañana en Cisjordania?
Las fuerzas de seguridad israelíes han abierto una investigación. El gobernador militar general de Cisjordania se ha negado a hacer comentarios sobre la probable identidad de los autores del atentado. Pero la radio del Ejército, israelí ha asegurado que «fuentes militares no descartan la posibilidad» de que los autores estén vinculados con los círculos extremistas judíos.
Pero la Investigación no parece estar orientada en esta dirección. Yossl Dayan, uno de los adjuntos del rabino Meir Kahana, jefe de un movimiento ultranacionalista israelí que invita a los árabes a que «abandonen la tierra de Israel para emigrar a los países árabes vecinos antes de que sea demasiado tarde», aseguró que no había sido convocado por la policía. «Nadie ha venido a interrogarme y los miembros de nuestra organización no tienen la menor intención de entrar en la clandestinidad», declaró a los periodistas.
La policía israelí no ha efectuado hasta el momento ninguna pesquisa en los asentamientos controlados por el Gush Emunim -otro movimiento extremista judío- en las cercanías de Ramallah, Nablus y Hebrón. Sin embargo, un importante escondite de armas robadas en un campamento militar israelí fue descubierto recientemente en el desván de un seminario rabínico, situado cerca del muro de las lamentaciones. Los autores del robo, dos oficiales del Ejército israelí, eran simpatizantes del Gush Emunim.
Varios artículos han aparecido estos últimos días en la prensa hebrea advirtiendo al Gobierno sobre la creación de una red terrorista clandestina judía que, tras haber «aterrorizado a la población palestina», volverían sus armas contra sus adversarios políticos en Israel. El objetivo de esta serie de atentados era eliminar físicamente a los principales alcaldes partidarios de la OLP en Cisjordania e intimidar a los alcaldes de las ciudades menos importantes, según opinan los palestinos.
El primer ministro israelí, Ménajem Beguin, ha ordenado la apertura de una investigación rápida y profunda para descubrir a los autores de los atentados. «Israel», dijo, «es un país con leyes y la investigación será llevada a cabo hasta que se encuentre a los autores».
Reacción de la OLP
La resistencia palestina rechazó «directamente sobre el Gobierno israelí representado por su presidente, el terrorista Ménajem Beguin, la responsabilidad de los crímenes». Yasir Arafat, desde Damasco, acusó a Beguin, al rabino extremista Kahana y a EE UU -que protege el terrorismo sionista- de los atentados. El portavoz de la OLP en Beirut afirmó que, tanto el Gush Emunim como el rabino Kahana «habrán de pagar caro ese crimen». Por último, el consejo munícipal del Ayuntamiento de Gaza presentó su dimisión.
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