Exposición de 20 maestros de arte moderno italiano

La Dirección General del Patrimonio Ártístico, Archivos y Museos inauguró ayer, en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, una exposición que agrupa a veinte nombres clave en el arte contemporáneo italiano. En esta exposición, que coincide con la visita a España del presidente de la República italiana, Sandro Pertini, se presenta un balance a través de una selección de pinturas de los distintos movimientos artísticos desarrollados en él arte modemo italiano y que han tenido hondas repercusiones en el ámbito internacional.

La muestra, que es el fruto de una selección de obras procedentes en su totalidad de la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, presenta desde una obra de Modigliani, estrechamente vinculada a la «escuela de París», pasando por el especialismo de Lucio Fontana, hasta las pinturas de Boccioni, Severini y Balla en el terreno del futur,ismo; Giorgio de Chirico y Carrá, en la pintura metafisica, y de otros autores, como Sironi, Campigli, Morandi, Scipione, Guttuso, Prampolini, Savinio, Licini, Soldati, Magnellí, Capogrossi, Burri, Fontana y Rotella.Amedeo Modigliani (1884-1920), pintor del que expone La signora dal Collaretto (1917), es uno de los artistas que marca la entrada del siglo XX. Para el crítico de arte Vicente Aguilera Cerni puede afirmarse de ese hombre «en amplia medida inasimilable a cualquier tendencia determinada, que el factor determinante de su arte, sin restar importancia a la lucidez intelectual de su dibujo, residió en la sensibilidad con la que supo convertir el color delicadamente matizado en construcción de la forma».

A partir de este análisis y de lo del resto del elenco de pintores italianos que exponen, el mismo crítico llega a la conclusión de que «nada tiene de extraño que el arte italiano del siglo XX sea en amplia medída el testimonio de unas tensiones dialécticas que se manifiestan -dentro de peculiares datos situacionales- a través de distintos movimientos en los que aparecen intereses no siempre estrictamente artísticos, bajo los que subyacen, además de impulsos creativos, actitudes morales. De ahí que la pintura italiana de este siglo -tan rica en poderosas personalidades- constituya un luminoso documento de su vocación europea y al propio tiempo de sus específicos problemas nacionales».