Apoyo de la Autónoma de Barcelona a un profesor que enseña en catalán
«Desde 1970 dicto mis clases en lengua catalana, como también hace un número notable de profesores universitarios. Ya es casual que el mismo día en que entró en funciones el Parlamento catalán el ministro González Seara decida abrir una investigación sobre el uso del catalán en la docencia universitaria.» Con estas palabras, el profesor de Política Internacional de la Universidad Autónoma de Barcelona, Jesús María Rodes, respondió a la designación por el Ministerio de un inspector especial, por orden del ministro, con relación al uso del catalán en clase.
El profesor Rodes cuenta con el apoyo total del rectorado y el claustro de su universidad. En nota oficial, y con ironía, el claustro acordó entregar al señor González Seara, «por si fuera materia delictiva, copia de los acuerdos tomados en la Universidad Autónoma referentes al uso del catalán en la universidad y una copia del Estatuto de Cataluña, Estatuto que, a la luz de las manifestaciones del ministro, debe ser un abuso colectivo y no de las universidades catalanas, sino del Parlamento español».
El anuncio de la inspección especial fue hecho por el ministro en el curso de un debate parlamentario. El ministro basó su decisión en una carta que, según dijo, le habían remitido 35 estudiantes castellano-parlantes.
A este respecto, el claustro de la mencionada universidad destacó, en nota oficial, que «resulta sorprendente que una carta con un número de firmas tan limitado sea utilizada como argumento por el ministro».
El profesor Rodes, de 35 años de edad, es un veterano militante del PSUC. Sus criterios docentes son estrictos, pero justificados por una gran capacidad y dedicación pedagógicas, así como por un nivel científico acreditado por numerosas publicaciones, en particular sobre el nacionalismo catalán. Fue además uno de los iniciadores de la campaña en contra de Adolfo Suárez por las declaraciones de éste a Paris Match —hace unos tres años—, en las que negaba validez al catalán como lengua de uso científico.
Fuentes del rectorado de la mencionada universidad expresaron a este diario su extrañeza ante el hecho de que estudiantes de quinto curso —como es el caso— protestan por el uso del catalán, ya que, en grado variable, dicha lengua es usada en la docencia desde los primeros cursos, sin problemas de ningún orden. Las fuentes intuían que el rigor del profesor Rodes y su significación política fuesen las causas ocultas, pero reales, de la insólita protesta. Indicaron también tener la sospecha de que la carta hubiese sido impulsada por un grupo muy minoritario de extrema derecha.
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