Un comercio casi inexistente

Las relaciones comerciales entre EE UU e Irán, suspendidas formalmente el lunes por el presidente Carter, habían ya alcanzado un nivel muy bajo tras la toma de rehenes en la embajada norteamericana en Teherán, el pasado mes de noviembre.Las consideraciones morales de las empresas norteamericanas que no quieren comerciar directamente con Irán, el boicoteo de las mercancías con destino a Irán, puesto en práctica por los estibadores, y las dificultades de pago provocadas por la congelación de los haberes iraníes en EE UU han sido las principales causas de esta disminución radical del comercio, señalan los expertos.

El pasado mes de febrero, las exportaciones norteamericanas hacia Irán alcanzaron sólo 1,8 millones de dólares, según cifras del Departamento de Comercio. Esta cifra debe ser comparada con una media de trescientos millones de dólares mensuales en 1978.

El Departamento de Comercio precisó que las exportaciones de febrero no han incluido productos alimenticios y que las ventas de medicinas han sido mínimas, alcanzando tan sólo un valor de 5.000 dólares.

El presidente Carter declaró el lunes que deseaba que las exportaciones alimenticias y de medicinas fuesen «mínimas o incluso inexistentes». Los principales artículos exportados por EE UU a Irán el pasado mes de febrero han sido refrigeradores, gomas, pinturas industriales, desinfectantes, aparatos de purificación del aire y piezas de recambio para automóviles.

Caviar y alfombras

En febrero último, las importaciones procedentes de Irán alcanzaron 36,2 millones de dólares. De esta cifra, 28,5 millones son imputables a importaciones tardías de crudos adquiridos antes de la suspensión de la compra de, petróleo iraní, el 12 de noviembre. Además del petróleo, EEUU importó caviar, alfombras y artículos de cobre.

En 1979, las exportaciones norteamericanas hacia Irán totalizaron 1.010 millones de dólares, de los que 277 millones correspondían a productos alimenticios. En 1978, las exportaciones norteamericanas hacia Irán alcanzaron 3.700 millones de dólares, de los que 490 millones correspondían a productos alimenticios.