Posible Junta regional de Cultura para el País Vasco

«Los conflictos lingüísticos no se dan entre lenguas, sino entre quienes las hablan. Existe el peligro de que se utilicen éstas como bandera. No deben existir dos comunidades, sino una sola. El problema língüístico debe ser cuidado para que no sirva de cuna de separación», esta fue la observación hecha por KoIdo Michelena, conocido lingüísta encargado de la cátedra de vascuence de la facultad de Filosofia y Letras del País Vasco, en un debate abierto sobre la planificación cultural en el País Vasco, que tuvo lugar en Vitoria. El profesor hablaba de la necesidad de un plan de promoción del euskera, que a su juicio debe contar con plazos razonables y en cuyo desarrollo se eviten tanto las posturas maximalistas como las minimalistas.En el debate intervinieron Xabier Lete, investigador de teatro y literatura vasca; Jesús Altuna, biólogo y director de la Sociedad de Ciencias Naturales Aranzadi; Emilia Baldeón, directora del Museo de Arqueología de Alava; el físico Pedro Echenique y el periodista Luis Alberto Araniberri. Todos los ponentes coincidieron en que corresponderá a las instancias públicas de orientación abertzale llevar adelante una planificación cultural de Euskadi.

Altuna, concretamente, ' habló de que la Sociedad Aranzadi, la Universidad de Deusto y el Museo Arqueológico alavés van a presentar al futuro Gobierno vasco un informe.en el que se plantea la figura, de una Junta regional de Cultura que controlará la promoción y responsabilidad del patrimonio arqueológico vasco.

Michelena afirmó que la lengua vasca necesita una autonomía económica y remarcó que «no debemos hacemos ninguna ilusión y que la promoción del euskera va a costar mucho y lo vamos a tener que pagar nosotros.

Xabier Lete habló de la importancia de introducir un teatro en euskera efila escuela yplanteóuna penetración progresiva de la lengua vernácula en el teatro profesionaly de aficionados.

En cuanto al cine, estima que se introduzca el bilingüismo desde el primer momento. Respecto a la investigación arqueológica, que ha obtenido un notable desarrollo en

él País Vasco, Altuna recordó la escasa ayuda ofrecida por el poder central en este campo durante los

últimos cuarenta años.