Homenaje a la labor docente de Domínguez Ortiz
El historiador recibió la gran cruz de Alfonso X el Sabio
Con la presencia del ministro de Educación, señor Otero Novas, se celebró ayer en el Instituto Nacional de Bachillerato Beatriz Galindo el acto de homenaje a Antonio Domínguez Ortiz, catedrático y notable investigador que con motivo de su jubilación había organizado dicho centro. En el transcurso del mismo, el profesor Domínguez Ortiz recibió la gran cruz de Alfonso X el Sabio de manos del ministro y descubrió una inscripción que da su nombre a la cátedra y seminario de Geografía e Historia del instituto.
También en homenaje al ilustre académico se han desarrollado, del 3 al 6 de marzo, unas jornadas de historia moderna convocadas por el correspondiente departamento de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, en la que pronunciaron conferencias Salvador de Moxo, Antonio Truyol, Gonzalo Anes, José Alcalá-Zamora y Andrés Gallego.Al principio del acto tomó la palabra el director del instituto, señor Fernández Ramírez, para agradece la asistencia del ministro y señalar el doble carácter del homenaje dedicado también a otra profesora del centro, Mercedes Carrascosa, cuya jubilación después de 34 años de actividad docente como profesora de EGB y directora de la escuela preparatoria coincide con la del profesor Domínguez Ortiz.
A continuación, Miguel García Posada, catedrático de Lengua y Literatura Española, pronunció unas breves palabras en torno a la dimensión humana del homenajeado, «su profundo talante sevillano y acogedora presencia no exenta de cierto humor cervantino con que hacer frente a los vientos, no siempre favorables, que sur can nuestro sistema educativo ».
«En España, si un hombre dice que quiere ser enterrado con sencillez, se respeta su voluntad, pero si insiste en ser jubilado con sencillez se pasa por encima de ella», comentó el profesor Domínguez Ortiz con referenci a a la serie de actos y honores motivados por su retirada, tras 46 años de ininterrumpida docencia.
«Esto es el momento final de la vida de un profesor; una muerte académica que, a diferencia de la muerte fisica, es redimible pues permite seguir pensando y escribiendo. No es un termino definitivo», dijo.
El profesor Domínguez,Ortiz recordó sus principios como investigador a la altura de la treintena después de superar satisfactoriamente la lucha opositorial que incluía entonces temas como Los gobernadores españoles en Flandes o El arte de la jardinería en el siglo XVI. Expuso a continuación su postura con respecto a la investigación histórica, y apuntó la conveniencia de fomentarla a nivel local, aprovechando la descentralización de la red de institutos de enseñanza media.
Después, y dirigiéndose especialmente al ministro, destacó los dos problemas más importantes que sufren actualmente el cuerpo de catedráticos de instituto: la imposibilidad de controlar la calidad de la enseñanza y la corta duración del bachillerato. «Habría que potenciar la enseñanza media, no sólo en cuanto a los medios materiales, sino en lo que se refiere al control de calidad y una ampliación de la duración de los estudios medios», sugirió al señor Otero Novas.
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