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Referéndum andaluz

El fantasma de Martín Villa se paseó ayer por Andalucía

Desde la noche del miércoles, a raíz de las noticias sobre expedicionarios dé UCD provenientes de distintas provincias españolas para fiscalizar el desarrollo del referéndum, el fantasma de Martín Villa se ha paseado por toda Andalucía. Mientras unos decían que pernoctaba en Jerez, otras fuentes indicaban que se hospedaba en el Gobierno Civil de Cádiz, y algunos miembros de UCD de fuera de Andalucía sostenían que Martín Villa llegaría, en la madrugada del jueves, en un avión especial, en compañía del ministro y secretario general del partido, Rafael Arias-Salgado. Finalmente, aunque estaba previsto su viaje, Martín Villa no visitó Andalucía.

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Al mediodía de ayer corrió el rumor de que el ex ministro del Interior se encontraba en un hotel de Sevilla, pero la recepción del mismo indicó que el señor Martín Villa había ya abandonado el hotel. Lo cierto es que todo el mundo tiene noticias de que se encuentra en Andalucía, pero ninguno le ha visto, y en medios centristas se desmentía de nuevo, ayer tarde, su presencia en Andalucía.Lo que sí se pudo confirmar es la importancia de las remesas de hombres de UCD que se han trasladado a Andalucía para intervenir como apoderados en la totalidad de las mesas electorales. De las palabras de un dirigente de UCD de Madrid cabe deducir que sólo en Almería y Jaén no ha sido necesaria la asistencia foránea para controlar el desarrollo del referéndum. Sólo en Sevilla se ha detectado la presencia de unos ochocientos militantes centristas provenientes de Galicia, Santander, Murcia, Toledo y otras provincias españolas. Los expedicionarios, cuyos gastos de desplazamiento y hospedaje corren por cuenta de UCD, que se entiende en la operación con dos importantes agencias de viaje, desmienten que hayan venido a Andalucía a sueldo.

En la noche anterior a la consulta, los expedicionarios mostraban su preocupación ante la reacción contraria que habían podido detectar en el ambiente, sobre todo desde que a las puertas de un hotel, donde se hospedaba la mayoría de ellos, se concentró un grupo de personas con una pancarta en la que se les calificaba de mercenarios. La indignación contra este aluvión de militantes fue especialmente acusada entre la propia militancia de la UCD disidente, que son muchos más de los que han dimitido días pasados.

Al filo de la medianoche, EL PAÍS pudo seguir con todo detalle el desarrollo de una de las reuniones de UCD. Concretamente la dedicada a la expedición murciana que, a juzgar por la ocupación del salón de actos, podría ser de al menos 250 personas.

En primer lugar, intervino el secretario general de la UCD de Murcia, quien intentó borrar de la mente de los militantes desplazados la idea de que venían aquí como mercenarios. «Hemos venido en acto de servicio y, a la llamada de corneta de la secretaría general de UCD de Madrid, habéis respondido con más generosidad de la que yo mismo podría imaginar. A la vista de esto», añadió, «tengo que deciros que me siento agobiado por la responsabilidad que me habéis otorgado.» Tras prepararles para una próxima ocasión, que presentó esta vez como una «llamada de trompeta», para acudir «no a un sitio más difícil, sino más lejano», les dio aliento para seguir con ese comportamiento. «Quiero que sepáis», dijo, «que ya en Madrid se habla de lo vuestro. »

A continuación intervino el senador por Murcia Antonio Pérez Crespo, quien, tras eludir entrar en las razones de fondo por las que habían sido llamados, les dijo que su misión en Andalucía era «intentar frenar el pucherazo, y quienes pueden darlo son los partidos de la izquierda», dijo. «Vosotros, que casi todos habréis participado en anteriores comicios, sabéis lo fácil que es dar un pucherazo: meter más sobres que votantes; por tanto, debéis extremar la vigilancia para que esto no suceda. »

Gregorio Peláez, diputado por Toledo, cuarto de la lista, que se presentó como hombre de la secretaría general de UCD de Madrid, insistió en la idea de que habla que evitar el pucherazo. «Vosotros habéis venido aquí a garantizar un desarrollo democrático de . la consulta y quiero advertiros», dijo, «que mantengáis los ojos bien abiertos en Sevilla, donde, junto con Córdoba, lo tenemos más difícil, porque, según nuestros cálculos, en las demás provincias es imposible que ganen el referéndum. »

El diputado Peláez les invitó a que depusieran todo complejo, porque «habéis venido a Andalucía a intentar evitar que se imponga el pacto social-comunista. ¿Por qué nuestro partido, que tiene las responsabilidades de Gobierno, ha abandonado la vía del 151 y opta por la del 143?», se preguntó, «pues porque por el 151 el pacto social-comunista tiene mayoría, aunque corta, e impondría su tipo de Estatuto, mientras que por la vía del 143 somos nosotros los que tenemos la mayoría en el Congreso ».

Intervino a continuación Plácido Vázquez, de la secretaría de organización de Madrid, quien les dio especiales instrucciones para controlar al secretario de mesa, «que es quien puede hacer las trampas. Así que no le perdáis de vista ni siquiera cuando el votante introduce el sobre en la urna». Plácido Vázquez, en un momento de arranque, les dijo: «Vamos a ser sinceros: todos sabemos lo fácil que es dar un pucherazo en un referéndum,» También les dijo que una carrera política se compone de actos de servicio como este.

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