Cyrus Vance no ha conseguido movilizar contra la URSS a los aliados europeos de Washington

El secretario del Departamento de Estado norteamericano, Cyrus Vance, llegó ayer a Londres, después de visitar Bonn, Roma y París, en el primer contacto directo a alto nivel entre Washington y sus principales aliados europeos tras el desencadenamiento de la crisis afgana.Después de una relativa discordancia en los puntos de vista entre alemanes y norteamericanos respecto «a las medidas de represalia contra la URSS», Vance se encontró en París con criterios más duramente opuestos, lo que, al parecer, no encontrará en Londres.

Las cuatro horas de la conversación mantenida ayer en París entre el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean François-Poncet, y el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, no bastaron para que franceses y americanos encontraran una «respuesta» común a la URSS. Hubo «similitudes» al analizar la crisis, pero también «ciertas divergencias» cuando se trató de las represalias contra los soviéticos, escribe desde El responsable de la diplomacia americana, Vance, termina hoy, en Londres, su gira europea, y sólo en la capital británica puede que escuche el lenguaje de aliado incondicional que le fue rechazado, más o menos diplomáticamente, primero en Bonn, después en Roma, y, de manera más categórica, ayer, en París.Ante las propuestas de Vance, destinadas a «castigar» severamente a la URSS por su invasión de Afganistán, Poncet reiteró la condena del hecho («inaceptable»), pero reafirmó la actitud que mantiene Francia desde que estalló el asunto afgano: hay que salvar la detente, es decir, hay que «buscarle una puerta de salida honrosa a la URSS».

La «testarudez» francesa adquiere más relieve porque fue el Gobierno de París quien boicoteó la mini-cumbre europea que, la semana pasada, sugirió Estados Unidos para intentar elaborar una estrategia occidental global frente a la URSS. Esta reunión abortada forzó la gira europea que hoy concluye Vance en Londres. En consecuencia, el nuevo semifracaso de estas conversaciones bilaterales es posible que refuerce la posición gala.

En este sentido se anotan en medios solventes parisienses algunas razones, relacionadas todas ellas con la actualidad referente a las consecuencias de la invasión de Afganistán: ayer, el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, envió un telegrama al presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, en el que le manifiesta el deseo de «que trabaje mos juntos para terminar con la agravación de la crisis internacional».

La propuesta de los nueve sobre la neutralización de Afganistán se considera en París que va en dirección de su idea de salvar la coexistencia pacífica y que la URSS, a pesar de su primera reacción negativa, «no cierra las puertas a una solución que llevará tiempo». Finalmente, aunque oficialmente se aseguró que los señores Vance y Poncet no abordaron la cuestión, parece evidente que la «falsa nota» del embajador de EEUU en Francia, Arthur Hartman, ha irritado a las autoridades galas, y no puede más que complicar las «divergencias» franco-americanas. Anteanoche, a lo largo de un discurso pronunciado en el Club Americano de París, el señor Hartman analizó la crisis originada por la cuestión afgana, se quejó de la falta de solidaridad occidental y, de manera muy especial, criticó la actitud francesa.

El problema concreto del boicot de los Juegos Olímpicos de Moscú, decidido por Estados Unidos, fue evocado someramente por los dos diplomáticos, según fuentes oficiales. Francia, en cualquier caso, mantiene, por ahora, su postura favorable a la celebración de los Juegos. Pero, naturalmente, si Gran Bretaña, la República Federal de Alemania y EEUU no acudiesen, las autoridades de París, como ya lo han anunciado, renunciarían también.

Conferencia de Madrid

El secretario de Estado norteamericano y el ministro francés de Asuntos Exteriores abordaron también el tema de la Conferencia de Cooperación y Seguridad que se celebrará en el otoño próximo, en Madrid.

El jefe de portavoces del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Jean Pierre Cabouat, confirmó que los jefes de la diplomacia de Francia y Estados Unidos trataron este asunto, pero no añadió ningún comentario.

En Roma, Vance reafirmó su apoyo a la propuesta conjunta europea de buscar la «neutralización» de Afganistán, pero en la capital italiana se hizo hincapié en que el relativo descontento con el que llegó de Bonn el secretario norteamericano fue aumentado en Roma, cuando las autoridades italianas mantuvieron una postura ambigua, reafirmando ante todo «la distensión y el control de armamento».