RTVE

Estoy en casa y acaba de terminar el programa de «Cómo funciona TVE», y me estoy asombrando de la poca vergüenza que existe en los directivos de este medio, porque qué otro calificativo podría darse al tratamiento que ha ofrecido del tema de la financiación. Ni una sola mención, ni la más leve cita al informe realizado por la Inspección de Hacienda sobre el funcionamiento interno de esta nuestra televisión.Creo sinceramente que si al señor Arias-Salgado le quedara un poco, casi nada, de dignidad, debería dimitir. Pero, es más, si él no lo hace, el presidente del Gobierno, que también conoce el medio, pues fue director general, debería cesarlo.

Indudablemente se está produciendo en este país una campaña contra la libertad de prensa, es más, contra la libertad de información, pero el caso de TVE va más allá de lo tolerable, sus informaciones son tendenciosas, partidistas y sin la más mínima calidad. En el análisis comparativo de costes que los «jerarcas» de Prado del Rey hicieron de otras televisiones, entre ellas la RAI, no se habló de calidad de programación, de espacios culturales, para que el pueblo español crea que su televisión es única.