Rodríguez Sahagun estudia la producción conjunta de armamento con la RFA

Las visitas que simultáneamente realizan a la República Federal de Alemania y a Estados Unidos el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire se encuadran en los programas de modernización de las Fuerzas Armadas españolas para esta nueva década.Mientras que el señor Rodríguez Sahagún estudia en Bonn las posibilidades de colaboración en la producción de armamento y en la formación de mandos militares, el teniente general Emiliano Alfaro Arregui se entrevista con altos funcionarios del Pentágono y su visita a varias bases aéreas norteamericanas se produce en vísperas de la decisión española sobre el nuevo avión de combate (F-16 o F-18) para el Ejército del Aire.

El ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, se entrevistó ayer con su colega de la RFA, Hans Apel, informa desde Bonn nuestro corresponsal Julio Sierra. Antes de que el ministro español llegara al aeropuerto de Colonia-Bonn, se comunicó a los informadores, por vía diplomática, que esta visita era absolutamente ajena a cualquier especulación respecto a una futura vinculación de España con la Alianza Atlántica.

Rodríguez Sahagún está especialmente interesado, al parecer, en llegar a un programa hispano-alemán para la producción de armamento moderno. Los alemanes, por su parte, desean también una mayor aproximación entre las fuerzas armadas de los dos países, especialmente a través de la presencia de oficiales españoles en los centros de formación militar superior de la RFA.

Aquí se otorga un valor indicativo especial al hecho de que, mientras la oficialidad española suele ampliar su preparación en Estados Unidos y Francia, durante los dos años últimos no ha tomado parte ningún militar español en los cursos de especialización de la Academia Superior de la Bundeswehr, en Hamburgo.

En este contexto, una revista cercana a la tendencia ultraderechista del paneuropeismo destaca en su último número la opinión del general español Milans del Bosch, para quien la Academia de Hamburgo, en la actualidad, «es una institución que ha dado más que hablar por sus intrigas internas que por el grado de formación militar que imparte».