Siete teólogos de Tubinga consideran un precedente la continuidad de Hans Küng
El «caso Küng» ha experimentado un nuevo giro al publicar la prensa alemana un artículo conjunto, firmado por siete catedráticos de la facultad de Teología de Tubinga, en el que, indirectamente, consideran improcedente la continuidad del profesor en su cátedra y, al tiempo, formulan críticas a la jerarquía católica de la República Federal de Alemania (RFA).
Según ha manifestado la oficina de Hans Küng a este diario, el artículo sólo puede interpretarse como una toma de postura privada que no neutraliza el respaldo de la facultad en su conjunto al profesor privado de la missio canónica, respaldo manifestado el mes pasado en una consulta referendaria a profesores y alumnos. Otros cinco catedráticos de la citada facultad se han negado a firmar el artículo. La situación en la facultad «se ha vuelto enormemente tensa», se ha dicho a EL PAIS y, por ello, Hans Küng no tomará postura respecto del escrito de sus colegas, publicado a principio de semana en el diario conservador Frankfurter Allgemeine.Los catedráticos firmantes ven, en relación con el «caso Küng», una «crisis en la Iglesia alemana». Los catedráticos reconocen en el «caso Küng» que se trata de algo más que de «hacer enmudecer a un crítico incómodo» y afirman que «ciertamente el término infalible es discutible también desde el punto de vista teológico».
En relación con la postura de Hans Küng, estiman sus colegas que «el teólogo no ha asumido su función científica para servir a su propio crédito o a sus propios intereses eclesiales. Una teología sin su iglesia, no sería realmente nada». Esta vinculación entre teología e iglesia, que no excluye conflictos, tensiones y contradicciones, exige también unas reglas del juego y claridad sobre a quién corresponde decir la última palabra».
Recordando el «decreto sobre la libertad religiosa» del Concilio Vaticano II, los catedráticos subrayan que «no debería pretenderse resolver cuestiones científicas discutidas mediante el recurso a medidas administrativas y disciplinarias ».
Los catedráticos no ven amenazada la libertad de la teología en la Iglesia -«no libertad de la teología respecto de la Iglesia», puntualizan- por lo que toca a la RFA, debido a que las facultades teológicas están insertas en las universidades civiles y a que la Constitución garantiza la libertad de investigación y de enseñanza. A pesar de ello, los profesores dicen que las facultades de Teología están amenazadas.
En el penúltimo párrafo de su largo artículo, los profesores fijan cuatro principios que consideran básicos: «la libertad de investigación y enseñanza no es sólo un derecho individual de un determinado profesor, sino también un derecho institucional que incluye la capacidad funcional de las facultades y universidades. No se plantea aquí en cuanto derecho individual de un profesor aislado: éste puede seguir investigando y enseñando, pero no ya por encargo de la Iglesia. Un Estado neutral atiende y protege la libertad de las comunidades religiosas, que son quienes pueden regular por sí mismas sus propias particularidades.
